La técnica ha superado a la velocidad
Hamilton completa el podio; Button cae hasta la decimocuarta posición
Fernando Alonso ha conseguido una victoria épica en el Gran Premio de Malasia en una carrera memorable y llena de emoción hasta el útimo giro. Como todos los años, la prueba malaya nos ha deparado una carrera alocada, que se ha llevado el piloto y el equipo que mejor se han adaptado a las circunstancias, porque hoy, sin duda, la clave de la victoria ha estado en el inicio de la prueba y en la mejor interpretación de los pit stops. De hecho, el auto que se ha colocado en lo más alto del podio no ha sido, ni mucho menos, el más rápido, sino el mejor gestionado.
Por Raúl Molina
La carrera comenzaba con grandes dudas acerca de los neumáticos que montar en todos los equipos, pues la lluvia hizo acto de presencia poco antes de la salida. Sin embargo, fue una lluvia intermitente y leve, que hizo que la mayor parte de la parrilla optase por los neumáticos intermedios tras la decisión, por parte de dirección de carrera, de declarar la prueba en mojado. La salida fue bastante accidentada, sobre todo, en las primeras posiciones, pues el firme deslizante hizo que tanto Schumacher como Grosjean más tarde, que había hecho una muy buena salida, trompeasen y perdiesen sus posiciones. Alonso arrancaba bastante bien y se colocaba en el interior de la curva dos para situarse quinto en la primera vuelta tras pasar a Rosberg. Sergio Pérez también salía muy bien y pasaba al alemán, cimentando sus buenas posiciones de cara a la carrera.
Tras ello, comenzaba a diluviar en Sepang y comenzaba un baile de paradas para montar los neumáticos de lluvia extrema, siendo Pérez uno de los primeros en entrar, lo que le colocaría a la postre en tercera posición. Y aquí Ferrari realizaba un magistral pit stop y metía a Alonso en el momento justo, lo que le permitiría pasar en boxes a Sebastian Vettel, mientras Sergio Pérez era ya tercero. En la vuelta 7 dirección de carrera decidía sacar el safety car, pues la pista estaba impracticable según Charlie Whiting, y dos vueltas más tardes se decidía sacar la bandera roja, que paraba la prueba durante más de media hora.
En el relanzamiento de la carrera tras el safety car, Alonso cumplía con su papel y pasaba a Webber. Button entraba muy pronto a cambiar los neumáticos intermedios, pero se tocaba con Karthikeyan destrozando su alerón delantero y, con él, sus opciones de victoria. Hamilton perdía la posición con Alonso en el pit lane tras otra parada magistral de Ferrari y una muy mala de McLaren. Pérez quedaba en segunda posición tras ser pasado también por Alonso y a partir de ahí se normalizaban las posiciones. El bicampeón español comenzaba una carrera frenética en condiciones de agua, lo que le permitía meter distancia con todos sus perseguidores, incluido el mejicano, que llegaba a estar a poco más de siete segundos. El Ferrari era, sin lugar a dudas, el mejor auto en agua, pero conforme se fue secando la pista fue perdiendo muchísima competitividad y un reguero de décimas con el de Sauber, aunque no así con Hamilton y los dos Red Bull.
Entretanto, los dos Red Bull y Raikkonen conseguían pasar a Rosberg, cuyo Mercedes se diluía en carrera sin ningún ritmo por la degradación de sus neumáticos. Alonso seguía marcando vuelta rápida tras vuelta rápida mientras el asfalto estaba mojado a sabiendas de que el F2012 en seco perdería toda su ventaja. Y así continuó hasta, más o menos, la vuelta 32, cuando se fue secando la pista, y Sergio Pérez comenzaba a marcar los mejores cronos y cuando empezaba la persecución imparable sobre el asturiano, pues el Sauber tenía mucho más ritmo de carrera que el Ferrari. Nuevamente, la estrategia de los italianos permitió al asturiano recuperar un poco el aire, pues entraba a cambiar los neumáticos intermedios por los de seco (medios) en el momento justo (vuelta 41), permitiendo que se escapara un poco del mejicano. Desde ese instante, tras el pit stop de Sauber, Pérez comenzaría una persecución sin cuartel contra Alonso gracias a un ritmo en seco endiablado, sorprendentemente mejor que el de todos los equipos punteros. Sin embargo, la juventud le pudo en la vuelta 50 y se iba largo en una de las curvas del trazado malayo con lo que Alonso, que seguía con su constancia habitual, ganó cinco segundos vitales que, al final, le han dado la victoria en Sepang.
Pese a todo, la carrera de ambos ha sido para enmarcar: Alonso porque ha ganado con un auto muy inferior a todos los equipos punteros gracias a sus manos (y no lo olvidemos) al excepcional trabajo de su equipo; y Pérez porque con actuaciones como ésta se está ganando un asiento en una escuadra grande. Veremos si no es en Ferrari, donde Felipe Massa sólo ha podido ser decimoquinto, cuando su compañero ha ganado el Gran Premio. Quién sabe si acabará la temporada. Por otro lado, Sauber se ha destapado como un equipo con muchas posibilidades, pues Sepang es un circuito muy completo (tiene de todo: velocidad, largas rectas, curvas de alta velocidad que exigen alta carga aerodinámica, curvas lentas de tracción…) y han estado a punto de ganar. Cuidado con los suizos.
McLaren se ha diluido en carrera en exceso, pues Hamilton no ha podido en ningún momento acercarse seriamente a la cabeza y engrosar la distancia que Alonso les enjugaba con la pista mojada. Además, Jenson Button ha tenido mucha mala suerte con su toque con Karthikeyan, pues su ritmo no era nada malo. Lo que está claro es que Red Bull ha visto como su aplastante superioridad del año pasado se ha esfumado por completo, lo que demuestra que la prohibición de los escapes sopladores les ha afectado más de lo que todos pensábamos. Por su parte, Lotus sigue estando ahí arriba, confirmando que su E20 va muy bien, tal y como se veía en pretemporada, pues Raikkonen ha acabado quinto (y partiendo de la posición 10 de salida). Mercedes, por su parte, han confirmado, como hemos dicho, que tienen un auto rápido a una vuelta, pero que sus carreras están lastradas por el modo en que tratan los neumáticos.
Al margen de ello, destacar algunos puntos buenos de cara al Campeonato Mundial en esta parte de la parrilla, pues ni Jenson Button ni Sebastian Vettel han conseguido puntuar, el primero por los lances de carrera y el segundo por sus problemas mecánicos. Es incuestionable que esto es el sueño de Ferrari y de Fernando Alonso, no sólo porque el español se haya colocado de forma inesperada como líder del Mundial, sino porque es la mejor manera de maximizar una situación muy difícil de inferioridad mecánica hasta que lleguen las novedades previstas, que llegarán más rápido con esta inyección de moral en los de Maranello. Pero también es cierto que esta situación es muy beneficiosa para el espectáculo y el desarrollo de este año, ya que el reparto de puntos entre muchos pilotos permitirá, con toda probabilidad, que la emoción se mantenga durante buena parte del campeonato, contrariamente a lo que ocurrió el año pasado.