“Qué haces en la vida?”, le preguntó su vecino. “Diseño autos“, le respondió. El vecino, un tanto exasperado, le dijo: “No, ya, pero ¿qué haces en realidad?” La incredulidad del diseñador refleja perfectamente cómo, fuera de la industria, se percibe la profesión de diseñar autos.
Ciertamente hay una vertiente artística reconocida por la mayoría, pero en el fondo no sabemos realmente en qué consiste y hasta qué punto es un proceso complejo. Hace 40 años, ya lo era y Ford abrió las puertas de su centro de diseño a principios de los años 70 para un documental.
Gracias a King Rose Archives, que ha rescatado este olvidado documental, podemos ver cómo era diseñar un auto antaño. Y, en el fondo, veremos que nada ha cambiado. El hecho de diseñar un auto es un proceso largo, complejo y en el que se involucran varios equipos de personas. Y las vivencias, el gusto, las emociones y la formación de todos los miembros de esos equipos son lo que al final crean el auto que conducimos.
