El BMW M2 ha conseguido enamorarnos. Está sobrado de argumentos para ello, pero ¿qué tal si le ponemos a este BMW Serie 2 bajo el capó un V8 de General Motors y lo llevamos hasta los 820 caballos? El resultado, como podrás imaginar, es digno de meter miedo hasta al más curtido de los superdeportivos.
Además del vitaminado propulsor V8 este vitaminado BMW M2, creado por HGK Motorsport, ha ganado por el camino un nuevo depósito de combustible de 40 litros, frenos Wilwood, una nueva suspensión regulable, una jaula antivuelco, un nuevo diferencial, una nueva transmisión…
Por supuesto la estética no se ha quedado al margen y lejos de crear un sleeper HGK le ha dado a este coupé un nuevo kit de carrocería que, desarrollado en Kelvar, es aún más agresivo.
Recordemos que originalmente el BMW M2 cuenta con 370 caballos
Vía DiarioMotor