El viernes se nombrará a su sucesor
El escándalo de las emisiones falsificadas de Volkswagen se cobró su primera víctima. Martin Winterkorn, nada menos que el máximo ejecutivo de la firma alemana, ha renunciado a su cargo asumiendo la responsabilidad derivada del caso que ha convulsionado a la industria mundial del motor en los últimos días.
“Como consejero delegado, acepto la responsabilidad por las irregularidades halladas en los motores diésel y, por ello, he pedido al consejo de supervisión que apruebe mi cese en funciones como consejero delegado del grupo Volkswagen”, afirmó Winterkorn en un comunicado. “Hago esto por el interés de la compañía”, reconoció. “Volkswagen necesita empezar de cero… Con mi dimisión, estoy allanando el camino para ello”, añadió.
Recordemos que Volkswagen fue acusada de manipular los datos de emisiones de NOx (un gas tóxico para el ser humano) mediante un software instalado en los motores TDI de dos litros de cilindrada (código interna EA189). Este software detectaba cuando el auto estaba siendo sometido a pruebas de control de emisiones y falseaba las mediciones, marcando niveles entre 10 y 40 veces inferiores a los que en condiciones reales. La Agencia Ambiental de Estados Unidos (EPA) descubrió el fraude, que Volkswagen ha reconocido que afecta a once millones de vehículos, dentro y fuera de EE.UU.
El próximo viernes se nombrará al sustituto de Winterkorn al frente de la compañía, puesto para el que suena el actual CEO de Porsche, Mathias Muller.
La aventura de la F1 podría verse afectada
Aunque la vertiente principal de este caso es claramente institucional, las consecuencias del caso podrían afectar a la futura actividad deportiva del grupo alemán. Martin Winterkorn era partidario de la entrada del grupo en la Fórmula 1, movimiento estratégico que se está discutiendo en estos días ante la opción de compra del equipo Red Bull.
Además, tampoco favorecerán las consecuencias económicas de este escándalo, ya que el valor en bolsa de la compañía ha caído un 35 por ciento en los últimos días (hablamos de 25.000 millones de euros de capitalización), se enfrenta a una multa de 16.000 millones en Estados Unidos y tendrá que aprovisionar 6.500 más para afrontar la reparación de los autos afectados en el país norteamericano y las posibles demandas judiciales que pudieran producirse.