Hace algunos días les compartíamos las claves para economizar combustible, una nota que resume algunos consejos que se pueden aplicar para sacarle mayor provecho a cada tanque de gasolina.
Esta vez nos vamos a enfatizar en algunos hábitos de conducción a los que podemos prestarle atención y corregir, para así evitar que nos pase la factura con el rendimiento de combustible.
Buen uso de las marchas: Utilizar la primera solo para salir y pasar a la segunda casi inmediatamente, se recomienda a los 2 segundos o los 6 metros. También se aconseja empezar despacio (20 km/h en 5 segundos para ahorrar hasta 11% en combustible), por supuesto, evitar acelerar de forma brusca.
Mantener una velocidad uniforme: Se trata de buscar la fluidez en la circulación evitando frenar, acelerar y cambiar de marcha si no es necesario. Si va atento y manteniendo distancia de seguridad evitará la mayoría de los frenazos y aceleraciones.
El aire acondicionado: Es el gran dilema. Su uso incrementa el gasto de combustible debido a que el compresor de aire que refresca la cabina está acoplado al motor, lo que hace que este tenga que trabajar más. Por ello, ¿cuándo usarlo y cuándo abrir las ventanillas? La lógica y la costumbre aconsejan que a alta velocidad, las ventanillas abajo pueden aumentar la resistencia al avance, por lo que es preferible llevar el aire acondicionado, mientras que en ciudad y a velocidades bajas, es mejor abrir las ventanillas.
Pero, recientemente Consumer Reports probó en un circuito un Honda Accord a 110 kilómetros con las ventanillas arriba, abajo y con el aire acondicionado. En este último caso, el consumo subió un 1%, y con las ventanillas abajo, no indicó diferencia de consumo.
Usar el freno del motor: Si suelta el acelerador de manera anticipada el consumo se reduce hasta en un 2%. En la medida de lo posible, se debe conducir con una distancia de seguridad adecuada y mantener un amplio campo de visión que permita ver dos o tres vehículos por delante.
Circular con la marcha más larga y no revolucionar el motor: Optimice al máximo el cambio de marchas y use el mayor tiempo posible las relaciones más largas y a bajas revoluciones. En teoría, el par motor de un auto diesel aconseja cambiar de marcha entre las 1.500 y 2.500 rpm, en caso de los gasolina, entre 2.000 y 2.500 rpm.
No circule en neutro: Antes que todo por seguridad, nunca se debe circular en punto muerto. Y es que, bajo esas condiciones el motor y la transmisión están totalmente desacoplados debido a que no hay marcha que los una, así que los movimientos de ambas partes son independientes.
Al quedar aislado, el motor necesita combustible de manera constante y operará a ralentí (mínimo), y podría llegar a consumir hasta medio litro en 30 minutos.