Lee Iacocca, uno de los empresarios de la industria automotriz más sobresalientes de toda la historia, falleció a los 94 años de edad en su casa en Bel Air, California.
Considerado como el padre del Ford Mustang y el salvador de Chrysler en una de las épocas más complicadas de la compañía Iacocca, según ha confirmado una de sus hijas, partió a causa de una complicación del Parkinson que sufría.
Tras estudiar en la universidad de Princeton, empezó su carrera en 1946 con Ford. Pasaron 18 años hasta que logró el que para muchos es el gran hito de su carrera, el lanzamiento del Ford Mustang, un modelo que aún hoy es uno de los deportivos más populares de todo el mundo.
Lee Iacocca salvó a Chrysler cuando ésta se encaminaba hacia la quiebra. Lo hizo con dinero público, pues solicitó al congreso norteamericano unos 1.500 millones de dólares que acabó por devolver, intereses incluidos, siete años antes de lo inicialmente previsto.
“Protagonizó un papel histórico dirigiendo a Chrysler a través de la crisis y convirtiéndola en una verdadera fuerza competitiva. Fue uno de los grandes líderes de nuestra empresa y de la industria automotriz en general”, dijo el Grupo Fiat en un comunicado.
El medio Soy Motor dice que uno de los puntos clave de la carrera de Iacocca se dio en 1956, año en el que ideó una campaña llamada ’56 para 56′, que consistía en ofrecer un plan de pagos de 56 dólares al mes durante tres años para adquirir el Ford 1956.
Eso llamó la atención de Robert S. McNamara, vicepresidente de la marca del óvalo en aquel entonces. Cuatro años más tarde, McNamara se convirtió en presidente y nombró a Iacocca su segundo.
En 1970 se convirtió en presidente, pero su tensa relación con Henry Ford II le acabó por costar el puesto. Fue entonces cuando llegó a Chrysler.