La Unión Europea pondrá en vigencia una nueva normativa de seguridad “caja negra”, para los carros nuevos que se vendan en los países miembros, esto como medida de seguridad para mitigar accidentes.
De esta forma, a partir de julio de este año, todos los modelos nuevos que se vendan en los países miembros, deberán estar equipados con un registrador de datos de eventos.
Este mecanismo almacena datos que permiten determinar causas y la naturaleza de eventuales accidentes. En el caso de la aviación, su uso se hizo imprescindible a finales de la década de 1960.
El requisito aplica a vehículos que en el continente europeo se clasifican como de clase M1, que son vehículos de hasta ocho pasajeros. Y los vehículos comerciales clase N1, incluídos lo que no superan los 3.500 km.
Registrará y almacenará datos de velocidad, frenado, posición e inclinación del vehículo en el momento de un accidente, así como la reacción de los sistemas de seguridad integrados.