Nacida en 1946, la Vespa forma parte de la historia italiana. Enrico Piaggio poseía una empresa destruida por la II Guerra Mundial e inadecuada a los nuevos tiempos de paz, debía encontrar una solución para levantar su compañía y la Vespa fue su gran descubrimiento, resultó la solución individual al problema de la movilización, un vehículo para el transporte urbano o para un pequeño viaje.
Su diseño es obra del ingeniero aeronáutico Corradino d’Ascanio: sus rasgos más peculiares son la ubicación de su sencillo motor de dos tiempos en la parte posterior y cubierto, la rueda delantera similar a la de un tren de aterrizaje y el faro redondo.
Más de 18 millones de unidades vendidas desde 1946
Hace ya 70 años, con ella nació la cultura pop con motor. Dicen que debe su nombre a la exclamación que soltó el empresario Enrico Piaggio al ver por primera vez su trasero abultado y su estrecha cintura: «Bella, mi sembra una vespa!» (Bonita, parece una avispa).
Divertida, moderna y juvenil. Así es la moto que ha cumplido este año 70 décadas de existencia pero que no parece estar dispuesta a jubilarse. Piaggio apuntó el foco en el público femenino hasta el punto de que su primer anuncio estuvo protagonizado por una dama sentada en una Vespa. Publicidad innovadora en la Italia donde las mujeres acababan de ejercer por primera vez su derecho a voto. Además de ser el ícono de la libertad, esta moto era -y es- el símbolo de la genética italiana. Representa un estilo de vida: la “Dolce Vita”
Lo que comenzó como un objeto para la clase obrera ha ido evolucionando con sus usuarios. Primero fue el vehículo para los que no podían adquirir un auto, luego pasó a ser un símbolo de juventud que causaba furor entre tribus urbanas.
Actualmente la máquina ha superado cualquier barrera social y es indiscutiblemente un objeto de culto que genera simpatía allá por donde pasa. Rápida y con un ruido de motor inconfundible, está hecha para disfrutarla sin prisas, perfecta para evitar quedar atrapados en el congestionamiento vehicular.
El cine vendió la moto
La breve escena de dos minutos en la que Audrey Hepburn conduce la Vespa con Gregory Peck de paquete por las calles de la Ciudad Eterna vendió más de 100.000 unidades. Para 1962, ya había tenido un papel estelar en otras 60 películas. Spielberg, Hitchcock, Pollack, George Lucas y Nanni Moretti son algunos de los directores que la han fichado para sus filmes.
Se ha presentado en al menos 160 versiones para todos los gustos, desde la sencilla MP6 del principio, que tenía 98 cc y alcanzaba una velocidad máxima de 60 kilómetros por hora, hasta la Siluro de carreras, capaz de rodar a 171. Ha sido triciclo para la distribución comercial, vehículo del ejército francés -con armamento y munición acoplados- y transporte postal en España. Se han fabricado unidades especiales para películas, como la del detective Dick Smart en los sesenta, cargada de ‘gadgets’, voladora y submarina.
Actualmente, la Vespa es un producto de lujo, resulta más costosa que otras marcas y se produce en tres fábricas de Italia, Vietnam e India.
Vía: Las Provincias