Hace 12 años las imágenes de un Bugatti Veyron cayendo a un lago de Texas se hicieron virales. Ahora, más de una década después, se ha decidido hacer que el deportivo vuelva a la vida.
Poco tiempo tras el extraño suceso, se descubrió que todo había sido un intento de engaño del dueño del Bugatti, Andy House, a su seguro. Su argumento para explicar la caída del coche al agua fue que intentaba evitar un pelícano que volaba bajo. Se descubrió que se trataba de una estafa y House fue sentenciado a un año y un día de cárcel.
Pasaron los años y en 2019 Ed Bolian estuvo tentado de comprar el Veyron cuando éste salió al mercado por 300.000 dólares, pero finalmente dejó pasar la oportunidad. Éste cuenta en un vídeo de YouTube que el coche lo adquirió finalmente un trabajador de Royalty Exotic Cars llamado Houston Crosta.
Crosta es un gran amante de los Bugattis y llegó a tener dos modelos, uno modificado por Mansory y otro que hizo modificar a tracción trasera. Dio la casualidad de que tenía un gran stock de piezas de Bugatti y las usó para revivir a la bestia hundida.
Houston pagó 400.000 dólares por el coche y lo pintó de morado, según informa el portal web Car Scoops. También pagó 250.000 dólares para conseguir piezas originales de Bugatti, como el arnés de cableado.
También tendrá que pagar 100.000 para reparar el caro sistema del sonido de este coche, pero en cuando acabe con éste, los trabajos habrán terminado y podrá disfrutar por fin de su compra. En el vídeo cuenta todo el proceso: