Meses después de haber estallado la polémica continúan las investigaciones del célebre caso del software del Grupo Volkswagen que trucaba las cifras de emisiones de los motores diésel de varias marcas del grupo alemán. Actualmente hay cerca de 450 investigadores indagando en más de 1.500 ordenadores portátiles y miles de documentos en la búsqueda de las pruebas que terminen de esclarecer la polémica, que afecta a más de 11 millones de vehículos en todo el planeta.
Por Sergio J. Cabrera
Paralelamente a las investigaciones oficiales de agencias medioambientales e instituciones judiciales, la prensa alemana ha estado muy activa alrededor de las empresas y sus integrantes, gracias a la cual hemos podido saber que originalmente, fueron los ingenieros de Audi, no Volkswagen, los que en principio desarrollaron el software que más tarde fue empleado para trucar los resultados de los tests de emisiones en todo el planeta.
Según el diario alemán Handelsblatt, el software de desactivación fue realmente desarrollado por Audi en 1999, nada menos que seis años antes de que fuera instalado en los vehículos del grupo alemán, lo cual sucedía por lo que se sabe en 2005.
El porqué de la creación de este software, que desactivaba diversas funciones de la mecánica sigue siendo un misterio, ya que ni Audi ni Volkswagen se han posicionado frente a esta nueva información de los medios alemanes.
Como decíamos, las investigaciones oficiales continúan, muy ralentizadas porque al parecer los investigadores han debido descodificar primero una gran cantidad de claves internas que empleaba la marca para referirse al mencionado software.
Este mes de abril se vencía el primer plazo de las autoridades estadounidenses para que el Grupo VAG presentara una solución para los vehículos afectados por este sistema, sin embargo, hasta la fecha no ha habido solución a la vista para repararlos.