La potencia y la capacidad de recuperación de energía del motor Ferrari no está dejando a nadie indiferente, en especial a uno de sus principales rivales, Red Bull.
Aunque Mercedes ha ganado las dos primeras carreras, los errores de estrategia y técnicos han condenado a la Scuderia, pero tanto Toto Wolff como Valtteri Bottas les ven como los claros ganadores de Shanghai y Bakú aprovechando las cinco décimas que les sacan en las rectas.
“El año pasado nos ganaron en la fase de aceleración. A máxima velocidad estábamos igualados. Ahora son más rápidos en las rectas de principio a fin. Nuestra velocidad en la recta no da para más en un punto determinado porque el MGU-K ya no entrega potencia. El MGU-K de Ferrari siempre está encendido, no se apaga”, asegura Adrian Newey, director técnico de Red Bull en “Auto Motor und Sport”
“Parece que tienen ventaja en el motor de combustión y en la energía eléctrica, pero pensábamos que la FIA había eliminado todos los posibles vacíos legales de la normativa”, agregó Newey, sembrando dudas sobre si Ferrari está hallando alguna zona gris en el reglamento o simplemente se está saltando el reglamento con sus actuales propulsores.
Christian Horner, director deportivo de Red Bull, se suma a las sospechas apuntando al combustible utilizado, que, por otra parte, pasa un control de la FIA tras cada una de las sesiones libres y oficiales de cada Gran Premio. ”El combustible del garaje de Ferrari huele a zumo de pomelo (toronja)”, comentó a la publicación germana.
Según señala “Auto Motor und Sport”, McLaren fue el único equipo que pudo seguir, entre comillas, el ritmo del Ferrari en fases de aceleración máxima en la clasificación de Bahrein, a tres décimas, si bien el monoplaza aún carece de carga aerodinámica para pelear por más.
