Los avances tecnológicos son de gran utilidad en el día a día de las personas y especialmente en la industria automotriz, permitiendo alcanzar grandes mejoras en cuanto a seguridad y confort.
En las últimas décadas la tecnología también ha invadido las carreras de autos, en muchos casos yendo en contra del espectáculo en la pista, algo que la Fórmula E se busca cuidar para tener un gran show con peleas rueda a rueda en las pistas.
Un aspecto base de la serie de autos 100% eléctricos es que no existe la telemetría entre los garajes y los pilotos, lo cual ayuda al espectáculo y a que se destaquen los corredores.
“La telemetría está prohibida en Fórmula E, que es que todo lo que está ocurriendo en el auto en tiempo real se transmite a los propios equipos. Esto ocurre en Fórmula 1, es el pan de cada día, es lo normal. En Fórmula E no”, explica De la Rosa, quien disputó más de 100 grandes premios de F1 entre 1999 y 2012 y actualmente es asesor del equipo DS Techeetah.
“Quieren dar más valor al trabajo del piloto solo en el coche sin demasiada ayuda por parte del ingeniero. Si el ingeniero tiene toda esa información en tiempo real, le diría al piloto lo que tiene que hacer, sobre todo con la gestión de energía”.
De la Rosa indica que uno de los puntos en la prohibición de la telemetría es que es el piloto el que informa al equipo cuánta energía le queda en la batería durante la carrera y el propio corredor la debe manejar de la mejor manera.
“Es muy importante que el piloto sea el héroe pero que sea el gestor de la energía”
“El piloto cada vez que cruza la línea de meta por radio les dice a los ingenieros cuánta energía nos queda. En base a esto el piloto también decide cómo gestiona lo que le queda de batería al final de carrera, para poder o hacer un último tramo de carrera más fuerte o con más ahorro y utilizando más energía el principio”.
Para De la Rosa, que supo hacer uso de las bondades de la telemetría en la F1, ve con buenos ojos este aspecto de la Fórmula E.
“Creo que es algo muy positivo porque favorece el espectáculo, porque favorece que el piloto tenga que lidiar y gestionar muchos parámetros que de la otra manera en Fórmula 1 lo hace el ingeniero y le dice al piloto lo que tiene que hacer y es lo que no quiere la gente”, finalizó el español.
