Tras varias filtraciones precias, Tesla Motors desvelaba hoy el nuevo Model S 2017, un lavado de cara muy ligero para el estandarte de la gama del fabricante de vehículos eléctricos de California.
Por Segio J. Cabrera
Junto al rediseño, muy leve, que ha recibido el Model S en este facelift, nos encontramos un habitáculo muy similar al de la generación precedente, pero con cambios y mejoras menores, como los nuevos asientos calefactados y ventilados, y el nuevo filtro de aire HEPA, que estrenaba el Model X crossover con la funció “Biological Defense Mode’’, que convierte el habitáculo en un recinto estanco, sellándolo para evitar la entrada de aire de ninguna clase, activando el sistema de climatización en modo recirculación, gracias precisamente al nuevo filtro HEPA de gran tamaño.
El equipo de serie se completa con aros nuevos de 17 pulgadas, sistema de entrada y arranque sin llave, gran pantalla táctil de 17 pulgadas, sistema de navegación, sensores de luz y lluvia y cámara de visión trasera. Opcionalmente podemos contar con nuevos tonos de madera para el interior, nuevos colores para la carrocería, iluminación ambiental de tecnología LED, asientos traseros y volante calefactados.
Exteriormente, los mayores cambios los encontramos en los grupos ópticos, Full LED, y una parrilla que bebe del diseño presentado en el reciente Model 3. Una sorpresa, desagradable, ha sido no encontrarnos con la rumoreada batería de 100kWh, que desde hace semanas todos dábamos por hecha, pero que en el caso de ser incluida en la nueva gama, aun debemos esperar para que sea presentada.
