Existen diferentes mitos en el mundo motor que hasta la fecha se han desmentido pero, siguen rondando en la cabeza de los conductores, el más presente radica en que un motor diésel gasta menos que un gasolina.
Importante destacar que los diésel son propulsores de por sí más eficientes debido a su mayor relación de compresión y densidad energética del carburante. Pero, no es cierto que siempre te vaya a salir más barato tener un modelo de este tipo.
Eficiencia de los motores actuales
En el pasado, los propulsores a gasolina eran muy gastones pero, a como han evolucionado han afinado detalles para ser lo más eficientes posibles. En el presente, el“downsizing”, es decir, de muy baja cilindrada, que gracias a la sobrealimentación y la inyección directa arrojan cifras de potencia de más de 150 hp, que los hace ahorradores.
Ahora bien, el turbodiésel moderno es un artefacto muy complejo. Sin entrar muy profundamente en las diferencias mecánicas, hay que destacar que sus componentes están sometidos a mucha más presión interna que los de un gasolina equivalente.
Para que un diésel de 1.6 litros desarrolle 120 hp, tiene que recurrir a un turbo de geometría variable y alta presión de soplado. Su sistema de inyección directa common-rail trabaja con carísimos inyectores piezo eléctricos a presiones de hasta 2.000 bares.
Según DiarioMotor, la diferencia actual entre un motor y otro recae en un litro cada 100 kilómetros, siendo el diésel más económico pero, por su complejidad de construcción sus mantenimientos son mucho más elevados y frecuentes, en relación a un gasolina.
Estos mantenimientos son más caros y en autos de última generación,se tiene que prestar atención al urea, llamada también AdBlue, que es un aditivo que se inyecta sobre los gases de escape para minimizar las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Finalmente, el carro diesel es muy recomendado para los usuarios que realizan muchos kilómetros, sobre todo en autopista, es en este ambiente donde son eficientes y sus mecanismos se encuentran a gusto.
