El clásico Mini ha pasado de ser un modelo compacto con poca potencia a ser un verdadero deportivo creado para derrapar. Su cambio de filosofía llega gracias a Gildred Racing, un preparador Californiano especializado en mejorar los modelos británicos.
Denominado Super Cooper, las mejoras del compacto le ha permitido convertirse en una estrella, que ostenta el título de “Auto más rápido de Netflix”.
Se trata de un Mini clásico Mk.3 de 1974 con un motor japonés J32, V6 y 3,5 litros de cilindrada Honda que genera 502 hp y 519 Nm con transmisión manual de seis velocidades.
Según indica Motor 1, el Super Cooper Type S ofrece un óptimo reparto de pesos, al ubicar el sistema del aire acondicionado, el depósito de combustible y la batería en la parte delantera.