La Explorer es un modelo de gran importancia para la marca americana, este auto es el segundo SUV más vendido de la firma, después de la Escape. Mencionado esto, para la nueva generación, el fabricante ha apostado por la tecnología, diseño vanguardista y mayor espacio.
Iniciando por el diseño, se nota claramente una evolución respecto al modelo anterior. El frontal es más sobrio gracias a una parrilla más pequeña, línea de techo baja de forma pronunciada y un ligero ensanchamiento en general que le da un aire más robusto.
Los cambios principales se central en lo que no se ve, comparte plataforma con el Lincoln Aviator, equipando la tracción trasera. Estarán disponibles dos propulsores; un 4 cilindros turbo de 2.3 litros EcoBoost que produce 300 caballos de fuerza y 420 libras-pie.
El segundo propulsor es un V6 turbo de 3.0 litros con 365 caballos y 515 libras-pie, ambos motores se unen a un cambio automático de 10 relaciones y toda la potencia se enviará a las ruedas posteriores o las cuatro controladas electrónicamente. Más adelante se unirá una versión ST y un modelo híbrido.
Este nuevo modelo emplea extensivamente el uso del aluminio, gracias a esto, se ha rebajado el peso total con respecto a su antecesor en un 25%.
En el interior los cambios son notables, el tablero es completamente nuevo, destaca la pantalla estilo Tablet vertical encajada entre las dos salidas de ventilación.
Según Ford, el nuevo Explorer ofrece un habitáculo más amplio. La distancia entre ejes ha crecido 15 cm, lo que efectivamente mejora la habitabilidad para los ocupantes.
Este modelo hará su debut en el Salón de Detroit y su comercialización comenzará en verano de 2019 en los Estados Unidos.
