Una de las consultas más frecuentes entre las personas interesadas en adquirir un modelo 100% eléctrico es, si poseen caja de cambios, la respuesta radica en que el propulsor eléctrico tiene un rango de velocidad de giro mayor, suficiente para cubrir el rango de velocidad sin cambiar de marcha.
El cambio de marchas forma parte del componente que transmite la fuerza del motor a las ruedas. Esta tecnología se adoptó principalmente para mantener el motor de combustión interna en el rango de revoluciones adecuados. La caja de cambios va asociada con los motores térmicos, pero ¿Y los propulsores eléctricos?
Un vehículo normal puede circular entre los 5 y los 180 kilómetros por hora, si se dividen ambos números se obtiene que la velocidad se multiplica 36 veces. Las revoluciones del propulsor, por el contrario, solo se multiplican 6 veces entre las 1.000 y 6.000 RPM. Como se comentó anteriormente, las marchas se necesitan para multiplicar las revoluciones del propulsor de forma flexible y escalonada.
Por otra parte, los motores eléctricos son capaces de girar mucho más rápido (12.000 RPM) e inclusive más en modelos de mayores prestaciones, así mismo bajan de revoluciones más rápido. No necesitan caja de cambios y aunque las tuvieran, no se traduciría en un ahorro de energía.
Como resultado se puede decir que los motores eléctricos solo poseen una velocidad, y que además no necesitan mecanismos como embrague ni de marcha atrás (el cual se obtiene mediante un inversor).
La popularidad y los incentivos que propone el gobierno, específicamente con la ley 9518 ha servido como gancho para que cada vez más, las personas apuesten por el transporte sostenible. Actualmente en el país se pueden observar cada vez más modelos 100% eléctricos, los cuales se perfilan como el transporte de un futuro muy cercano.
