Un coleccionista anónimo de clásicos pagó 52 millones de dólares por esta joya de competición
La fiebre por los clásicos que viven algunos millonarios hoy en día amenaza con disparar el valor de estas máquinas hasta límites insospechados. Sin ir más lejos, un coleccionista anónimo desembolsó el pasado mes 52 millones de dólares por este Ferrari 250 GTO de carreras, que data de 1963.
Hasta ahora, esta preciada unidad, ganadora del Tour de Francia de Automóviles, una competición sagrada en la época, pertenecía a la colección de Paul Pappalardo quien se encargó de confirmar la noticia. El Ferrari 250 GTO de carreras está considerado como el clásico por excelencia y anteriormente ya ostentaba el título de ‘el más caro del mundo’ gracias a otra unidad conducida por Sir Stirling Moss, que alcanzó un valor de 35 millones de dólares en 2012.
Desde luego, sorprende la subida de la cotización de este modelo en un periodo de tiempo tan corto pero no en vano, la unidad vendida también fue conducida por un piloto emblemático como Jean Guichet, francés campeón de las 24 Horas de Le Mans y del citado Tour de Francia de Automóviles –ahora denominado Tour Auto y restringido a los clásicos–.
