Quiere volver a ser competitivo
Michael Schumacher cumple 43 años con la ilusión de volver a ser competitivo
Solo me cambio con Michael Schumacher”, apuntó Fernando Alonso al término del pasado ejercicio. El alemán, que afrontará su tercera temporada en Mercedes, cumple hoy 43 años y, de nuevo, será el más veterano de la parrilla. Schumacher, con siete títulos en su haber, quiere probarse con un coche competitivo. 2012 será la prueba del algodón. Termina contrato y solo seguirá si saborea otra vez las mieles del triunfo. En caso contrario, se retirará. Ya lo hizo en 2006 después de su salida de Ferrari pero ahora sería la definitiva.
Algunos de sus rivales, sobre todo del pasado, consideran que Michael “ya no tiene la competitividad que atesoraba hace una década” y las críticas han sido feroces. En sus dos años en Mercedes no ha conseguido ni un podio y apenas ha brillado, pero también es cierto que el monoplaza no le ha acompañado. A medida que pasaban los grandes premios su estela se ha ido diluyendo, pero su nombre sigue siendo intocable dentro del paddock.
Desde que Schumacher regresó al mundial de la mano de Mercedes ha estado continuamente en entredicho, por la falta de prestaciones al inicio y por su formidable contrato. No hay resultados, pero Michael ha dado siempre la cara y ha tenido que adaptarse a un nuevo tipo de conducción derivado por los numerosos cambios en el reglamento, especialmente en el apartado de neumáticos.
El heptacampeón completará el contrato de tres años que firmó con Mercedes para su vuelta en 2010. No esconde que esperaba obtener mejores resultados en su regreso, ya que “justo antes de denominarse Mercedes, este equipo fue campeón del mundo en 2009 como Brawn GP. Por eso pensé que íbamos a estar en la parte alta. Predecir que no iba a ser así era imposible”. No quiere entrar en polémicas ni responder a los que le acusan de poca competitividad. “Estaría bien que algunos mantuvieran su boca cerrada. Por supuesto, no me gustaría enfrentarme con nadie acerca de este tema”, ha reiterado.
“De todos modos, sé perfectamente que esas personas son pagadas para tener siempre la boca abierta”, en referencia a algunos comentaristas que le `pegan¿ día sí día también y en especial Eddie Jordan y Niki Lauda. “Si todos los pilotos que pilotaran a mi nivel tuvieran que abandonar la Fórmula 1, se irían muchos”, remarca el alemán que está convencido de que el año próximo dará un salto cualitativo.
El mejor termómetro para valorar la actuación de Michael Schumacher es Nico Rosberg, su compañero de equipo, que está considerado como uno de los pilotos más rápidos de la parrilla. En 2010 le sacó los colores, dejándole en evidencia. Sumó, prácticamente, la mitad de los puntos. 142 por 72. Todo un mundo. Curtido en mil batallas no desesperó. Se preparó más y mejor para 2011. Rosberg le volvió a ganar la partida, pero estuvieron mucho más igualados. 89 puntos por 76. Michael está convencido de que en 2012 estará por delante.
Schumacher está mucho más relajado que en su época dorada en Ferrari, pero no baja la guardia y se esfuerza en intentar ser competitivo en Mercedes. “Nico es sin duda el compañero de equipo más fuerte que he tenido, pero sé que puedo ser más rápido que él”, ha comentado. Su relación, sin ser exquisita, es buena. El mejor resultado de Michael después de su vuelta a los grandes premios es un cuarto puesto en Canadá, un bagaje claramente insuficiente a su leyenda, pero también es un hecho que el Mercedes W02 no ha sido un coche para evaluar con exactitud las prestaciones del alemán.
Desde que debutó en 1991 en el GP de Bélgica siempre había tenido un coche capacitado por luchar por las primeras posiciones, pero este año ni él ni su compañero de equipo lo han olido. Demasiado lejos. Mercedes ha filtrado una estadística que refleja que Schumacher es el piloto que más adelantamientos ha hecho este año, pero ello queda más como excusa que competitividad, pero sí refleja su compromiso y determinación.
