A principios del mes de agosto se pudo ver en el estado de Virgina lo que aparantemente parecía un coche autónomo, es decir, sin conductor. Hasta ahí todo normal, pero lo raro llegó cuando un reportero del canal NBC, Adam Tuss, descubrió que sí que había alguien manejando, aunque camuflado por la tapicería, disfrazado. Se trataba de un experimento para descubrir las reacciones de la gente, al ver un coche sin conductor por la calle.
Semanas más tarde, Ford, la marca detrás de todo esto, ha decidido dar una explicación. El vehículo utilizado para estas pruebas fue una furgoneta Ford Transit Connect. Muchas veces en los pasos de cebra, los peatones interactúan con los conductores para asegurarse de que pueden cruzar. ¿Cómo se hace esto en carros autónomos? Tras muchos estudios, se descartaron frases o símbolos.
Finalmente se decantaron por señales luminosas. Desarrollaron dos luces blancas, que se mueven de un lado a otro, para indicar que el vehículo está a punto de detenerse. Al acelerar para emprender la marcha, estas luces parpadean y se quedan fijas cuando el coche está en marcha. Un total de 150 horas duraron estas pruebas de comunicación visual. Creativo, sin duda.
