El piloto del Volkswagen Polo R ganó las seis pruebas de velocidad que se celebraron a lo largo del día de ayer para continuar con la racha iniciada el día anterior en las pistas de tierra de México, desmoralizando así al campeón del mundo, Sébastien Ogier, y dejando solamente un pequeño consuelo a sus rivales en los cortos tramos espectáculo que han completado la tercera etapa.
El finlandés partió por la mañana con una ventaja de 32.5 segundos sobre su compañero de equipo Ogier, que estiró por encima de la barrera del minuto durante la jornada más larga de esta tercera cita del Campeonato del Mundo de Rallyes FIA, compuesta por nueve especiales y 152,50 kilómetros.
Latvala estaba ansioso por construir una renta suficientemente amplia antes del tramo maratón de 80 kilómetros que se disputará mañana en Guanajuato, el más largo en la historia del WRC desde 1986.
“Las sensaciones con el auto han sido muy buenas. La forma en que Miikka (Anttila, su copiloto) ha leído las notas ha sido perfecta. Todo ello ha ido unido. Es importante haber obtenido una diferencia de un seg por kilómetro para mañana, para poder levantar el pie si los neumáticos o los frenos se calientan demasiado,” dijo Latvala.
La retrasada posición de salida del finlandés le concedió de nuevo una gran ventaja, al encontrarse las pistas más limpias después de que las fuesen limpiando los autos que partían delante. Al igual que el viernes, a Ogier le tocó la tarea más dura de abrir pista. A media tarde, el francés ya había tirado la toalla.
“Realmente, no estoy atacando”, admitió, con la esperanza de embolsarse una contundente suma de puntos terminando segundo, de cara a la lucha por su cuarto título consecutivo.
Dani Sordo se sobrepuso a una serie de problemas menores para mantenerse tercero con su Hyundai i20, un minuto por detrás de Ogier. El español sufrió para encontrar el equilibrio en los resbaladizos tramos mexicanos. Además, un trompo y la rotura del ventilador, que hizo que su motor se sobrecalentara, le provocaron una pérdida de tiempo mayor.
Andreas Mikkelsen se situó a un puñado de segundos de Sordo para intentar arrebatarle el podio, hasta que se accidentó por la tarde en el tramo largo de Otates.
El abandono del piloto de Volkswagen permitió escalar al cuarto puesto a Mads Ostberg al cuarto lugar con su Ford Fiesta RS. La pelea que mantuvo el noruego con Hayden Paddon se decantó de su lado cuando el piloto kiwi tocó un talud y rompió el brazo de suspensión trasero izquierdo de su i20. Además, se sobrecalentaron los frenos de su Hyundai, y sufrió también un problema en el cambio. Al final concluyó la jornada a 53.3 segundos de Ostberg.
Ott Tanak escapó a los problemas y se mantuvo sexto con su Fiesta RS. Martin Prokop, Lorenzo Bertelli, el líder de WRC 2, Teemu Suninen, y Valeriy Gorban completaron la clasificación.
Vía WRC