La firma japonesa aprovechó su presentación de resultados del último trimestre hace unos días para anunciar la disminución de su producción y el despido de 12.500 empleos alrededor del mundo.
Las bajas cifras de ventas y el aumento de los costes le han llevado a tomar medidas de ajuste. Durante el primer trimestre de su año fiscal, el beneficio del fabricante ha caído un 94,5 %, hasta los 6.400 millones de yenes (unos 53 millones de euros).
Según Motorpasión, las ventas cayeron un 6%, para un total de 1,23 millones de unidades. En Japón cayeron un 2,6%, en Europa y Rusia un 16,3%, y en Asia, África y Oriente Medio un 13,1%.
Para asegurar una rentabilidad constante y sostenible a medio plazo, la firma optimizará su estructura de costes y sus operaciones de producción, aunque seguirán actualizando su gama de modelos en busca de crecimiento a nivel global.
Importante destacar que también se reducirá su capacidad de producción mundial en un 10% para finales del año fiscal 2022 y su gama de productos en un 10% para la misma fecha.
No obstante, mantendrá su apuesta por las nuevas formas de movilidad y la conducción autónoma, con el desarrollo del sistema de asistencia ProPilot, y el lanzamiento de más vehículos electrificados.