La pintura en los autos es un elemento primordial ya que protege la carrocería de los elementos climatológicos pero, también, de los excrementos de los animales, en específico de los pájaros, es por esto que Ford ya trabaja en una solución al problema.
Con la ayuda de caca de pájaro artificial, temperaturas extremas y luz ultravioleta, el fabricante pone énfasis en desarrollar una capa para de esta forma, alargar la vida de la pintura en sus autos.
Según explica la firma del óvalo, los excrementos sintéticos desarrollados en su laboratorio son tan realistas que pueden reflejar con precisión las diferentes dietas y la consiguiente diferente acidez de los excrementos.
La caca se aplica en spray a distintas piezas de muestra que se introducen en un horno a 40°C, 50° C y 60° C, para replicar condiciones climatológicas que se pueden dar en verano, según explica Motorpasión.
De igual forma, se someten las piezas de muestra a un bombardeo seguido de luz ultravioleta durante 250 días en un laboratorio de luz simulando cinco años.
La idea es llevar la protección contra la corrosión de la pintura al niveles extremos para desarrollar la protección ideal.