Todo el dinero recaudado se donará a actividades humanitarias y de protección de los animales
Poco antes de que termine el próximo mes de enero la producción del Land Rover Defender en la factoría de Solihull, la firma británica subastó en Bonhams la unidad 2.000.000 del mítico 4×4. Nada menos que 549.000 euros pujó un aficionado qatarí por esta unidad, cifra sorprendente si pensamos que el precio del modelo en la calle es de 31.040 euros.
Más allá de ser la unidad 2.000.000, el modelo tiene especial valor porque en su fabricación han trabajado Stephen y Nick Wilks (hijos de los creadores de la marca) y otros embajadores emblemáticos de la marca, como Bear Grylls y Virginia McKenna (actriz y oficial de la Orden Británica). Además, se le ha dotado de un acabado especial con numerosos detalles especiales, como un guardabarros de aluminio que lleva grabado el mapa de la Bahía de Red Wharf (en cuya arena se dibujó por primera vez el diseño del Land Rover), unos asientos con el mismo mapa, y la cifra 2.000.000 tanto en la insignia trasera de Land Rover como en el bordado de los reposacabezas. Además, la firma de todos los que han contribuido en su montaje aparece grabada en una pequeña placa de aluminio que luce el asiento del conductor, y la matrícula es S90 HUE, en homenaje a la placa HUE 166 que lucía el primer Land Rover.
El dinero recaudado va a ser donado a los socios de Land Rover que de forma habitual realizan actividades humanitarias y de protección de los animales: la Federación internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (mejorará con ello la gestión de catástrofes naturales en Nepal), y la Fundación Born Free (para conservar la fauna salvaje en Kenia).
