¿Sabían que Ford hizo un auto a partir de una turbina de un avión? ¡Pues así es! Para ser más concretos, un Ford Thunderbird de 1955.
El modelo normalmente equiparía un V8 de 200 caballos de potencia, pero efectivamente bajo la capota lo que encontramos es una turbina de un Boeing.
El responsable de archivo de Ford, Ted Ryan, compartió la imagen de este auto en Twitter. El motor es un Boeing 8C de 175 caballos de potencia.
El Ford normal tendría el escape en la parte posterior, pero éste lo tiene justo detrás del neumático delantero, muy cerca del conductor. Nos podemos imaginar el festival de ruido que tendría éste.
¿Ventajas de esta propulsión? Buena aceleración de velocidad media, funcionamiento fácil y un ratio potencia-peso favorable. Además, el diseño más sencillo de la turbina supone un mantenimiento sencillo.
Ford se gastó 188.000 dólares para crear este auto único en su especie.