“Cola de Pato”, “RS” o “2.7”. El Porsche 911 Carrera RS 2.7 tiene muchos apodos hoy en día. Fue el auto de producción alemán más rápido en su época y el primer modelo de serie con un spoiler delantero y uno trasero, el que le dio el sobrenombre ‘Entenbürzel’ (Cola de Pato). Porsche estableció así una tendencia en 1972: autos deportivos para carretera abierta con spoiler trasero.
Fue hace unos 50 años cuando Porsche comenzó a desarrollar el 911 Carrera RS 2.7. “Estaba destinado a ser un vehículo de homologación, un deportivo muy ligero y rápido”, dijo Peter Falk, entonces Jefe de Pruebas de Vehículos de Producción en Porsche.
Se convirtió en un auto de pista y rally con muchas innovaciones técnicas, fue la versión más potente de la primera generación del nuevo deportivo de Stuttgart y el primer 911 con el apellido “Carrera”. Alrededor de 15 ingenieros se ocuparon del desarrollo a partir de mayo de 1972. Entre ellos estaban Tilman Brodbeck y Hermann Burst, además de los operarios de producción. Todos ellos trabajaron intensamente para mejorar el peso, la aerodinámica, el motor y el chasis.
Éxito sorprendente
Inicialmente, Porsche tenía prevista una producción de 500 unidades y la homologación del 911 Carrera RS 2.7 en el Grupo 4, los auto GT especiales. Por ello se convirtió en un vehículo apto para uso en carretera que los clientes también podían utilizar en carreras en pista. El 5 de octubre de 1972 fue presentado en el Salón del Automóvil de París, y a finales de noviembre ya habían sido vendidos los 500 previstos.
Porsche, sorprendida por el éxito, triplicó la producción: en julio de 1973 ya había fabricado 1580 unidades, por lo que el Porsche 911 Carrera RS 2.7 fue también homologó dentro del Grupo 3 a partir del número 1000. De esas 1580 unidades, 17 fueron la versión base; 1308 la versión Touring (paquete opcional M472); 200 la versión aligerada ‘Sport’ (paquete opcional M471) y 55 ejemplares específicamente para el automovilismo deportivo.
En el 911 Carrera RS 2.7 aligerado (M471), el interior se limitó a lo esencial, según los deseos del cliente y la fecha de producción. Entre otras cosas, fueron eliminados los asientos traseros, las alfombrillas, el reloj y los reposabrazos. Dos carcasas de asiento ligeras sustituyeron los asientos deportivos más pesados, a petición del cliente. Incluso las ventanas eran de cristal fino y el escudo de Porsche en el capó delantero estaba pegado. En comparación con el paquete ‘Touring’ (M472), el ‘Sport’ era 115 kilogramos más liviano, con un peso en vacío de 960 kilogramos.
Para auto de carreras puro, Porsche desarrolló el 911 Carrera RSR (M491) con, entre otras cosas, una mayor cilindrada. A diferencia de las demás variantes, estaba concebido para el automovilismo deportivo sin sacrificar ningún detalle.
El nuevo motor bóxer de seis cilindros y 2.7 litros con inyección de combustible generaba 210 hp de potencia a 6300 rpm y 255 Nm de par a 5100 rpm. El aumento de la cilindrada fue posible, entre otras cosas, por un fino revestimiento de Nikasil en los cilindros. Para seguir siendo funcional en uso diario, la relación de compresión, la distribución y el diámetro de las válvulas no cambiaron con relación al motor de 2.4 litros.
En la versión Sport, la potencia hacía posible acelerar de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos. Esto convirtió al 911 Carrera RS 2.7 en el primer auto de producción en serie que superó la marca de seis segundos en las pruebas de la revista alemana auto, motor und sport. La velocidad máxima pasaba de 245 km/h. Los datos de la versión Touring eran 6,3 segundos y 240 km/h.
En la carrocería todo giraba en torno a la reducción de peso: con chapas finas, ventanas delgadas, piezas de plástico y sin aislantes, el peso total de las unidades de carreras debía bajar de 900 kilogramos para homologarlo. Al mismo tiempo, los ingenieros tuvieron que mejorar la aerodinámica: minimizar la elevación de los ejes delantero y trasero a velocidades altas para conseguir reacciones más neutras.
Por primera vez con un spoiler trasero
Los ingenieros Hermann Burst y Tilman Brodbeck, junto con el estilista Rolf Wiener, desarrollaron un spoiler trasero, puesto a prueba en el túnel de viento y en pistas de ensayo. El objetivo era mantener el carácter del 911, compensar la desventaja de la parte trasera inclinada con medidas adecuadas, aunque estilísticamente aceptables, y mejorar así la aerodinámica del 911.
Al principio, durante las pruebas, fueron utilizadas chapas y bloques de madera para dar forma a la futura cola de pato. En el túnel de viento, después de comprobar el flujo en la parte posterior, los ingenieros fueron cambiando el borde de salida. Después de tres días en el túnel de viento, con tres variantes diferentes, los ingenieros establecieron unas primeras cotas para la altura y la anchura para este deflector trasero.
El nuevo hallazgo, la “Cola de Pato”, pegaba a la carretera el 911 Carrera RS 2.7 a velocidad alta y suministraba aire adicional para refrigerar el motor trasero. El efecto se conseguía sin aumentar la resistencia al avance, sino todo lo contrario.
El 911 Carrera RS 2.7 fue equipado de serie por primera vez con la combinación de esos elementos aerodinámicos delantero y trasero. En tres meses, el prototipo quedó listo y entonces comenzó la producción de la pequeña serie. Poco después, el modelo desencadenó una oleada de alerones en todo el mundo. A partir del 911 Carrera RS 2.7, todos esos alerones traseros han mejorado la aerodinámica del 911.
El nombre Carrera
El nombre de la versión proviene de “La Carrera Panamericana”. En 1953, con el 550 Spyder, Porsche consiguió la victoria en su categoría. En 1954 logró, además, un tercer puesto absoluto también con el 550 Spyder, lo que llevó a la marca a adoptar el nombre de esa prueba.
En los años siguientes, Porsche utilizó el nombre de Carrera para los vehículos más potentes con el motor Fuhrmann de cuatro árboles de levas de 1954; por ejemplo, el 356 A 1500 GS Carrera o el 356 B 2000 GS Carrera GT. En el Porsche 904 Carrera GTS de 1963, la inscripción figura la parte trasera y en el 906 Carrera 6 de 1965, en la aleta tras el guardabarros delantero.
Además de la inscripción “Carrera”, Porsche ofrecía otros rasgos distintivos: una gama de 29 tonos de pintura, algunos de ellos brillantes, de los que llegaron a producción 27, incluyendo el amarillo brillante, el rojo o el naranja sangre, entre otros colores. El destacado significado de las letras Carrera persiste hasta hoy, al igual que la famosa abreviatura RS, que aparece sistemáticamente en los 911 especialmente deportivos.