Tom Cruise, productor y actor estadounidense, se puso al volante de un Red Bull para completar una sesión de pruebas de siete horas en el circuito de Willow Springs
La prueba se realizó el pasado día 15 de agosto en el circuito de Willow Springs, de cuatro kilómetros, y fue con un Red Bull RB5 de la temporada 2009 de Fórmula 1. Por normativa, Red Bull no podría darle un coche más moderno, aunque el RB5 tiene ya un buen historial.
El americano contó con la ayuda de David Coulthard, que le instruyó en el manejo de un monoplaza de Fórmula 1, además de enseñarle las buenas trazadas del circuito. Al final del día, Cruise realizó 24 vueltas y mejoró su tiempo en once segundos. Su velocidad punta fue de 291 kilómetros por hora; seis por debajo de la velocidad máxima de Coulthard.
El escocés tuvo bastantes buenas palabras para Cruise, asegurando que es un piloto de calidad y que le sorprendió como aprendió tan rápido, sin haber pilotado nunca un Fórmula 1 antes. Coulthard, ganador de trece grandes premios, admitió que Cruise le impresionó por su capacidad de pilotaje.