Muy pocos dudan de que Max Verstappen tenga el talento necesario para triunfar en la F1, pero sería una tontería pensar que será capaz de ofrecernos su mejor versión desde este mismo fin de semana.
En la F1 de hoy en día no existe aquello de aclimatarse a un nuevo auto, un nuevo equipo y un nuevo entorno. Aunque Toro Rosso y Red Bull compartan dueño y adhesivos, ahí terminan las similitudes.
El mismo Verstappen admitió en la televisión holandesa que “es un auto completamente nuevo. Es más aerodinámico, un poco más pequeño y la posición del asiento es distinta. Necesito acostumbrarme a él y aunque de momento todo está bien, es pronto para decir nada porque ni siquiera he pilotado el auto. Quizás tras la primera sesión libre podré hacer algunos ajustes.”
Las diferencias
Realmente el STR11 y el RB 12 son mundos aparte, no sólo por utilizar dos tipos de motores, también por sus distintos niveles de carga aerodinámica y esto requiere un estilo de conducción diferente.
Algo que será realmente un reto para Verstappen es el volante, ya que no sólo tiene una forma distinta, también tiene otras funcionalidades.
Eso significa que no se puede simplemente coger los controles del STR11 y moverlos al RB12. Necesitan un aprendizaje desde cero, lo que significa afrontar una curva de aprendizaje.
Vía MotorSport