Aerodinámica simplificada, límite de peso flexibilizado, guantes biométricos y cascos reforzados, además de neumáticos menos numerosos y mejor identificados. Son algunas de las novedades para la temporada 2019 de Fórmula 1, que empieza el fin de semana en Australia.
Aerodinámica simplificada
El reglamento técnico aborda un problema habitual, el de los escasos adelantamientos. Los monoplazas ven simplificarse su aerodinámica, sobre todo en lo referente a sus alerones delantero y trasero.
El objetivo es limitar los flujos de aire hacia la zona de los pilotos, para intentar facilitar los ataques.
Como consecuencia, los monoplazas de Fórmula 1 deberían ser entre 1,5 y 2 segundos menos rápidos por vuelta que el año pasado, según los cálculos de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), la responsable de las normas. Pero eso no se confirmó en los ensayos de pretemporada en Montmeló.
“Cada equipo tiene entre 50 y 70 ingenieros aerodinámicos. Multiplicas eso por diez escuderías, así que son 700. Creo que si hubiera una forma de esquivar las reglas, la habrían encontrado”, declaró a la AFP Nicholas Tombazis, responsable de la cuestión en el seno de la FIA.
Los pilotos se quejan de un “efecto paracaídas” inducido por tener un alerón trasero más grande, que ralentiza a los monoplazas en las líneas rectas
Unos kilos más
El peso mínimo de los autos aumenta de 734 a 743 kilogramos y el reglamento disocia a partir de ahora el peso de los pilotos del de su monoplaza, para no penalizar a los más altos o con mayor envergadura.
El peso del piloto, de su equipamiento y de su asiento se fija en 80 kilogramos y la diferencia es compensada por un lastre que hay que situar alrededor del asiento. Una buena noticia para varios jóvenes que llegan este año, como Alexander Albon (Toro Rosso), George Russell (Williams) y Antonio Giovinazzi (Alfa Romeo Racing), que superan el 1,80 metros.
Para el británico Lewis Hamilton (Mercedes), que ha ganado varios kilos de músculo, también es una medida en principio beneficiosa.
Durante la pretemporada, el cinco veces campeón del mundo se ha relajado un poco “con los pancakes y los Cheetos”, según explicó.
Guantes biométricos y cascos reforzados
Después de la introducción del halo, que provocó polémica pero que mostró su eficacia, la F1 se dota de dispositivos de mayor consenso para mejorar la seguridad de los pilotos.
Entran en vigor nuevos estándares para los cascos, para proteger mejor la cabeza en caso de impacto con piezas sueltas o para amortiguar el efecto de un choque en caso de accidente.
Los guantes biométricos, voluntarios la pasada temporada, pasan a ser obligatorios.
Se coloca en concreto un sensor en el guante izquierdo, en la palma, que está unido a la muñeca, a una caja de 21 gramos o incluso menos.
Eso permite a los miembros del auto médico, que lo ha desarrollado, disponer en tiempo real de “datos básicos (oxigenación de la sangre, ritmo cardíaco, movimiento) sobre el estado del piloto antes de llegar al lugar del accidente”, explica Alan van der Merwe, que conduce el ‘Medical Car’.
“El objetivo es estar seguros al 100% de que tomamos las decisiones correctas”, afirma.
Neumáticos más claros
El suministrador Pirelli reduce de siete a cinco los tipos de neumáticos “slick” a disposición de las escuderías esta temporada (divididos de C1 a C5, del más duro al más blando), además de los imprescindibles neumáticos intermedios y los de lluvia.
Para ayudar a seguir las carreras, las gomas serán de sólo tres colores: blanco para las más duras, amarillo para las medias y rojo para las más blandas. Las intermedias siguen siendo verdes y las de lluvia azules.
Por: AFP