El McLaren 720S es una de las razones para no perderse el spin-off de Fast & Furious Hobbs and Shaw, que llega a los cines esta semana este viernes, 2 de agosto.
Un superdeportivo increíble de 4 litros, V8, biturbo, que pasa de 0 a 60 kilómetros/hora en 2,6 segundos. Claramente a nadie le gustaría que esta bestia se hiciera daño, sin embargo, esta saga nos tiene acostumbrados a cogerles poco cariño a los autos protagonistas porque podemos despedirnos de ellos en cualquier momento.
“Jason Statham es un entusiasta de los coches, le encantan los superdeportivos europeos”, asegura Dwayne Johnson, el productor de Hobbs, en el vídeo que comparte hoy McLaren.
“Al final me pusieron en un McLaren”, destaca un Statham contento.
La mayoría de la siguiente escena se grabó en el centro de Glasgow:
Well, this is cool! ? The stunning @McLarenAuto 720S plays a starring role in the new @FastFurious Presents: #HobbsAndShaw. ? pic.twitter.com/3EMuoyTdtE
— McLaren (@McLarenF1) July 29, 2019
A la première de la película, que se celebró la semana pasada en Londres, llegó Statham en un McLaren Senna naranja.
SINOPSIS
La película, dirigida por David Leich, está centrada en el Agente de Seguridad Diplomática Luke Hobbs, que acabará formando una dudosa alianza con Decker Shaw. Cuando un anarquista mejorado ciber-genéticamente llamado Brixton consigue robar una peligrosa arma biológica, el mundo se enfrenta a unas de sus mayores amenazas. Ahí es cuando Hobbs y Shaw tendrán que trabajar juntos para salvar el planeta de este terrorista, que incluso ha conseguido derrotar a la hermana de Shaw, Hattie, una intrépida agente secreta del M16. Johnson hace de Hobbs y Statham, de Shaw, dos personajes que ya conocemos de antes, pero que se volverán protagonistas en su propio filme.
“Hobbs es un policía que aplica la ley. Shaw es un mercenario sin ley. Shaw intentó matar a Hobbs. Hobbs encarceló a Shaw. Hobbs es estadounidense. Shaw es británico. A primera vista, los dos hombres no tienen nada en común”, nos recuerdan desde Universal.