Luego de varios roces durante las dos carreras, en la segunda de ellas llegó el accidente más fuerte de la Copa Hankook, el de Charlie Fonseca.
Tras salir con parrillas invertidas, Fonseca batallaba con Felipe Vargas por el primer lugar, pero pegado a él venía André Solano. Habían pasado varias vueltas con Solano atacando y Fonseca defendiendo su posición, hasta que en la recta principal Solano atacó por el lado izquierdo de la pista y tocó la parte trasera del Chevrolet de Fonseca, provocando la perdida de control del vehículo, un fuerte golpe contra el muro, y que el auto cruzara la pista hasta el extremo derecho.
La colisión contra el muro no fue en vano. Según nos confirmó Fonseca, el chasis en la parte delantera está dañado y hay dos opciones, o se cambia todo o se parte un chasis a la mitad y se cambia adelante.
“Siento que el choque es culpa un 90% de la parrilla invertida y un 10% por la imposibilidad de André por pasarme, estaba desesperado porque no hay lugares adecuados, y teníamos como 11 vueltas de que pasaba lo mismo en todo lado. Entiendo que la parrilla invertida sea un show pero nos está costando mucha plata, a la agencia, a los pilotos, me parece que se puede disfrutar bastante la carrera con una parrilla sencilla”, dijo Fonseca.
Adicional al chasis, el auto necesita carrocería nueva y muchas piezas de la parte delantera.
“Gracias a Dios José Andrés (Montalto) tuvo los reflejos para esquivarme por muy pocos centímetros porque si no me hubiera pegado de costado muy fuerte y aparte de los daños, primero está mi seguridad e integridad”, agregó.
Por último, Fonseca hace un llamado a la organización para que analice el tema de las parrillas en futuras carreras.
“Vea hasta donde tenemos que llegar para que ellos entiendan que en esta pista no es viable, ojalá tomen conciencia, si yo sigo directo en el zacate probablemente mato a un montón de espectadores”, finalizó.