Rally de Montecarlo abre una temporada marcada por la igualdad

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AFP / Desde 2004 el campeón del mundo de rallies es francés y su nombre Sébastien. Al reinado de Loeb le sucedió el de Ogier, dinastía que podría finalizar en la temporada 2017, que comienza el jueves con el 85º Rally de Montecarlo marcada por la igualdad.

En primer lugar la sorprendente retirada de la competición de Volkswagen y sus 42 triunfos en las últimas 51 carreras cambia por completo el panorama, privando al cuatro veces campeón mundial de defender el título con su volante.

Tras un ensayo no concluyente con el Toyota Yaris y un retorno que no se concretó a Citröen, Ogier barajó la posibilidad de tomarse un año sabático.

Finalmente una estructura con un presupuesto más modesto, M-Sport, se llevó el gran premio al fichar al piloto francés de 33 años.

Esta escudería semiprivada se beneficia del apoyo de Ford, su socio de larga duración, y al volante de un Fiesta Ogier defenderá su primera posición, adaptándose además a la nueva reglamentación del Mundial (WRC).

Entre los cambios, el aumento de la potencia de los motores de 300 a 380 caballos, tantos como en el Mundial de Turismos (WTCC) y el aumento de la talla de los autos en 55 milímetros.

Con más músculos, pero también más ligeros, 25 kilos, y dotados de varios apéndices que ofrecerán un diseño más espectacular.

“El alerón trasero será más ancho y la nueva aerodinámica dotará al auto de más apoyos, más ‘grip’ y más velocidad en curva”, señala Ogier.

Impulsadas por Jean Todt, el presidente de la FIA, estas evoluciones deberán dinamizar una disciplina a menudo lastrada por el dominio abrumador de una marca.

El antiguo jefe de Peugeot Sport vivió la epopeya del grupo B. Estos bólidos fueron prohibidos después de varios accidentes, entre ellos la muerte de Henri Toivonen y su copiloto Sergio Cresto en la Vuelta a Córcega de 1986.

Los cambios introducidos para la nueva temporada ha llevado a algunos a comparar los nuevos autos con aquellos de la década de los 80.

Una nueva era

Sin duda Ogier tendrá una competencia mayor a la que tuvo el año pasado, cuando ganó 6 de las 13 pruebas de la competición.

Tras el reinado de Volkswagen, Toyota y Citroën tendrán el campo libre, mientras que Hyundai mantiene su fuerte inversión en la competición. De las pruebas de pretemporada no se puede establecer un claro favorito.

Será un firme candidato el belga Thierry Neuville (Hyundai), que solo ganó una carrera en 2016 pero que estuvo siete veces sobre el podio.

El finlandés Jari-Matti Latvala (Toyota), tres veces subcampeón mundial con VW, también tendrá sus cartas a jugar. Como el veterano británico Kris Meeke, de 37 años y dos victorias en 2016, que amenaza con su Citroën C3.

Además Ogier tampoco podrá confiarse con su compañero en Ford, el peligroso estonio Ott Tänak.

En Montecarlo el vigente campeón podrá contar con el apoyo de sus hinchas, en un recorrido renovado en un 85% con respecto al de la edición 2016.

“Es una nueva temporada en todo el sentido del término: nueva era, nuevo auto y nuevo equipo”, resumió Ogier.

“Hacer la buena elección de neumáticos, anticipar las condiciones y evaluar el nivel de adherencia”, dijo sobre la receta para competir en Montecarlo, confiado a pesar de que ha tenido solo un mes de pruebas con su Fiesta.

La competición comienza mañana jueves por la noche, con las dos primeras especiales, que se disputarán en los Alpes-de-Haute-Provence.

Hasta la meta del domingo, en el puerto de Mónaco, no lejos del casino, se disputarán 382 km. cronometrados en 17 especiales, con las apuestas más abiertas que nunca.

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