Ahora sólo tengo que aceptar las consecuencias.
“Estaba dando lo máximo y me estaba divirtiendo”
El francés tenía una cómoda ventaja de 50 segundos antes del último tramo de 12 kilómetros, pero se salió a cuatro kilómetros de la meta después de golpear contra las protecciones y arrancar una rueda de su Volkswagen Polo R WRC.
“No tenía nada que demostrar, no había necesidad, pero soy muy competitivo y siempre quiero dar el máximo. De alguna manera no fue el rally más emocionante y desde el sábado al mediodía tuve una buena ventaja que me permitió controlar la carrera. En ese momento quería divertirme y atacar para terminar la prueba”, ha explicado Ogier, que se salió en una rápida curva a izquierdas.
“Corregí mis notas en el primer bucle, la salida de la curva era más rápida de lo que pensaba. Así que la cambié por un valor más alto para salir más rápido…en la entrada llegué un poco más rápido, no mucho, tal vez me pasé unos 10 cm, entonces me escupió hacia la barrera y un poste nos arrancó una rueda. Eso fue lo que ocurrió”.
Ogier fue trasladado a un hospital para pasar un chequeo médico, pero fue dado de alta sin problemas. “Me encuentro bien, completamente bien, sólo un poco aturdido. Julien también está bien, eso es lo más importante en este caso”, ha añadido.
“Diría que me la jugué y perdí. Ahora sólo tengo que aceptar las consecuencias. Fue un error estúpido, pero no es el fin del mundo. Estamos a salvo y al equipo no le costó demasiado. Lo siento, pero por lo menos mis compañeros fueron primeros y segundos, por lo que siguió siendo un buen resultado para la marca”.
Vía WRC