Los pilotos deberán cambiar su mentalidad por completo tras la disputa de los tramos
Los pilotos deberán cambiar su mentalidad por completo tras la disputa de los tramos, mayoritariamente, de tierra del viernes para así adaptarse a las dos jornadas restantes con especiales de asfalto puro.
Los equipos también se enfrentarán a una compleja reconstrucción de sus World Rally Cars, ya que deberán cambiar las especificaciones de tierra por las de asfalto en 75 minutos, una puesta a punto obligada para afrontar los 200 km cronometrados por las rápidas carreteras catalanas.
Cada superficie requiere un enfoque diferente de los pilotos y el primer tramo del sábado por la mañana será un quebradero de cabeza para los competidores, que deberán adaptarse a los nuevos niveles de adherencia, trazadas y puntos de frenada.
“El año pasado no nos adaptamos mucho con la puesta a punto en asfalto, piloté el auto de manera similar en ambas superficies”, ha comentado Hayden Paddon de Hyundai.
“Pero con lo que hemos aprendido, ahora tenemos un sistema de notas distinto y la configuración del auto cambiará para adaptarse más al asfalto, por lo que no tengo dudas, lo asimilaré mejor”.
Ott Tanak de M-Sport ha admitido que se tomará la primera especial del sábado para acostumbrarse a los cambios.
“Pasar de una superficie a otra puede ser un poco extraño al inicio. Es algo que es poco común para nosotros, ya que estamos acostumbrados a pilotar sobre una misma superficie durante todo el fin de semana”, ha añadido el piloto del Ford Fiesta RS WRC.
Pero el desafío irá más allá del pilotaje. La asistencia del viernes por la noche se ve aumentada, pasará de los 45 minutos habituales hasta los 75, para permitir a los mecánicos modificar los autos.
La lista de piezas que se cambian incluye las protecciones de los bajos, frenos más grandes, suspensiones más bajas y duras, sustitución de la caja de cambios y de los diferenciales. Volkswagen ha calculado que sus mecánicos deberán cambiar 13 módulos que constan de 1348 piezas individuales en cada uno de sus Polo R WRC.
“Debemos asegurarnos de que los Polo estarán bien preparados tanto para tierra como asfalto”, ha comentado el director del equipo alemán, Jost Capito. “Esto no sólo significa que el piloto y su copiloto deben estar bien atentos y ser capaces de adaptarse a unas condiciones cambiantes, también pone a todo el equipo a prueba, particularmente a los mecánicos”.
La penúltima carrera de la temporada tiene su sede en Salou y arrancará el jueves por la noche con la espectacular especial urbana de Barcelona.
Vía WRC