Después del Rallye de Polonia, el WRC se dirige a los rapidísimos tramos nórdicos, los más difíciles de toda la temporada. Esto es lo que necesitarán los pilotos para poder ganar la próxima semana:
Hay un motivo por el cual el Rallye de Finlandia es conocido como el Gran Premio de Finlandia. Para hacerlo bien aquí, los pilotos se tienen que sentir cómodos y seguros pilotando a velocidades de vértigo. El año pasado, Sébastien Ogier registró una media de más de 130 km/h en el mítico tramo de Ouninpohja. A fondo en sexta velocidad, los pilotos alcanzan los 180 km/h con facilidad. Trazar bien los grandes cambios de rasantes encontrando tus límites, te pueden salvar de sufrir un fuerte accidente. Por otro lado, los errores a estas velocidades no suelen quedar impunes. Este no es un rallye para cardíacos.
Finlandia es la prueba más dura de la temporada y exigente con las notas. Los rápidos tramos, con cientos de saltos y curvas ciegas, obligará a los pilotos a confiar al cien por cien en las notas que canta su copiloto y que habrán realizado durante los reconocimientos. La presión también es para los copilotos, que tienen que ser precisos y no cometer fallos. Planificar correctamente los saltos resulta esencia, los pilotos deben de anticipar a lo que se enfrentarán tras salir volando.
Los finlandeses se toman su rallye muy en serio y la calidad y talento de los locales hace que sea una carrera difícil para los foráneos. Los pilotos finlandeses han ganado 52 de las 63 ediciones disputadas hasta ahora, siendo Hannu Mikkola y Marcus Gronholm los que más veces han vencido en esta cita, siete ocasiones cada uno. Los Sébastien, Loeb y Ogier, han conseguido colocar la bandera de Francia en lo más alto del podio en las tres últimas ediciones, pero los finlandeses querrán recuperar su puesto para su propio orgullo.