Ésta es la típica noticia que a los que no tengan hijos, les van a dar ganas de ampliar la familia, de eso o de volver a la infancia. ¿Quién no querría tener juguetes así? El californiano Ian Pfaff usó desde componentes de ordenadores hasta piezas de cafeteras y sacaleches para tener contentos a sus pequeños y también para realizarse como padre.
Si se fijan, pueden ver hasta placas base, conductos de aire acondicionado y altavoces. Demasiado detalle para los niños, que son felices con cosas de los más sencillas. El pequeño Benji, de sólo dos meses, por ejemplo, poco le importa de qué esté hecho su nuevo juguete, pero a su hermana, de dos años, vestida con un chaleco a lo ‘Mad Max’, le encanta perseguir a toda la familia montada en su coche nuevo. ¡Gran idea la de la familia Pfaff!