Después de la travesía en el desierto que supuso Jerez, parecía que los pilotos del equipo oficial Yamaha iban a ver salir el sol este domingo en el GP de Francia. Pero, al final, no ha podido ser; al menos, para ambos.
Tras una buena salida desde la tercera posición, Johann Zarco tomaba el mando de la carrera, para alegría del público francés. Tras él se situaba Maverick Viñales, seguido de Marc Márquez y Valentino Rossi. Sin embargo, antes de que acabara la primera vuelta, Rossi pasaba al español y se ponía tercero.
Zarco, que había salido con neumáticos blandos -mientas que Viñales, Rossi y Márquez llevaban medios- iba abriendo distancia con sus perseguidores. Detrás, Il Dottore intentaba pasar a su compañero de box para ponerse segundo. El italiano sabía que lo del piloto del Yamaha Tech 3 era un espejismo, que en cuanto se desgastaran los neumáticos todo cambiaría, y que debía estar cerca de él. Además, Márquez apretaba al italiano desde la cuarta posición.
En cuando Zarco se despistó, Viñales lo adelantó. Mientras Rossi intentaba hacer lo mismo que su compañero de box y a pasar al francés, el actual campeón del mundo empujaba para hacerse con la tercera posición.
Detrás de los pilotos Yamaha, Márquez aguantaba expectante en la cuarta posición a que se fueran desarrollando las acontecimientos. Tras él, Cal Crutchlow, Amdrea Dovizioso y Dani Pedrosa -que remontaba después de haber salido decimotercero en parrilla- luchaban por la quinta posición. En un momento, el español chocaba con el inglés y casi se iban al suelo, para enfado de Crutchlow.
Con los cuatro primeros pilotos pegados, los tiempos iban bajando y Maverick Viñales conseguía rebajar el récord del trazado francés. Ninguno daba su brazo a torcer y los cuatro parecían querer llegar al final de la carrera luchando por la victoria.
Pero un invitado inesperado estaba llegando. A falta de doce vueltas, Pedrosa comenzaba a rebajar la distancia con el cuarto, su compañero de equipo, y se acercaba al grupo de cabeza. Pero el trabajo se lo ahorraba Márquez, que caía antes de comenzar la pelea con su compañero de equipo, abandonando la carrera.
A falta de seis vueltas, Rossi adelantaba a Zarco en la famosa chicane de Le Mans. El italiano iba crecido, dispuesto a llegar a Viñales, que lideraba de forma contundente desde casi el principio. Marcaba el italiano vuelta rápida y, a falta de tres giros, se ponía primero.
Pero un fallo en la última vuelta hacía que el italiano perdiera el liderato y, dos curvas después, cayera al suelo brindándole la victoria en bandeja a su compañero de equipo. Entraba segundo Zarco y, de forma inesperada para el propio piloto, Pedrosa era tercero.
Viñales se coloca de nuevo líder del mundial, abriendo distancia con sus perseguidores. Pedrosa es ahora segundo en la general, mientras que Valentino Rossi se ha colocado tercero.