No hemos llegado ni al ecuador de la temporada y en el box de Yamaha ha se ha producido el primer choque entre sus pilotos. Tras un Gran Premio de Cataluña desastroso para el Movistar Yamaha, las acusaciones de ambos sobre de quién es la culpa se han cruzado.
No entre ellos, ya que en ningún momento se han lanzado la culpa el uno al otro. Ha sido una diferencia de opiniones entre si la culpa de la falta de grip en la pista catalana era de Yamaha o de Michelin. Cada uno de ellos se posicionaba en un bando y, por lo que hemos visto tras el fin de semana de carreras y el posterior test realizada en el Circuito de Barcelona-Cataluña, ha habido un claro ganador.
Abría la veda el sábado Valentino Rossi en rueda de prensa. Con una clasificación desastrosa, Il Dottore salía decimotercero en parrilla. ¿La culpa, según él? Del excesivo desgaste de los neumáticos Michelin por la alta temperatura del asfalto catalán. Sin embargo, no faltaba la acusación directa a Yamaha, ya que, según él, la moto no se adaptaba a las necesidades del Circuit de Barcelona-Cataluña.
“Teníamos algunas buenas ideas para hoy, así que esperaba ser más competitivo”, reconocía Rossi. “Con muy poco grip, sufrimos muchísimo con los neumáticos y la clasificación ha sido mala (…) Además, es difícil porque la pista no está en buenas condiciones”, añadía. El de Tavullia se animaba también a predecir que el calor condicionaría la carrera por culpa del desgaste de los Michelin. Sin embargo, puntualizaba que la moto también tenía mucho que ver. La Yamaha no parecía estar a gusto del nueve veces campeón del mundo, pero sí al de su compañero, Viñales.
Precisamente era Viñales el que defendía a Yamaha, pero más crítico se mostraba con Michelin. Sobre todo después de que, esa misma tarde, Michelin se defendiera de las acusaciones de los pilotos. En declaraciones a Movistar MotoGP, el canal encargado de retransmitir el mundial en España, dijeron que la culpa era de los pilotos Yamaha, que no habían rodado previamente en el circuito, como sí hicieron otros pilotos en test privados.
Tras el desastre en carrera el domingo, cuando Valentino Rossi acababa octavo y Maverick Viñales décimo, el piloto español estalló ante la prensa. Achacaba el fallo a los neumáticos, no entendía el cambio de comportamiento de la Yamaha con éstos después de ganar en Francia, Argentina o Qatar. “En Mugello no probamos nada, en Argentina y Austin tampoco e iba rápido, no tenía el problema con la goma trasera. No es una cuestión de que uno haya probado y otro no, es cuestión de que todas las motos funcionen. No sé qué decir, porque el equipo tampoco lo sabe“, contaba el español a los periodistas reunidos en el hospitality de Yamaha después de la carrera.
“Hemos probado un millón de cosas y esta mañana me parecía haber encontrado la llave a hacer un buen resultado, pero mi problema no era con la goma delantera. Era el neumático trasero el problema; en plena recta iba patinando hasta en quinta velocidad y no avanzaba”, apuntaba.
¿Y qué dice Yamaha de todo esto?
En Yamaha están preocupados, como es normal. Sin embargo, entre el bando de Viñales echándole la culpa los neumáticos y el de Rossi pidiendo una mejor moto, han tomado un claro partido. En los test posteriores al gran premio, llegó desde Japón un nuevo chasis. Y, por supuesto, el que mejor se lo tomó fue Valentino, pues la fábrica nipona había escuchado sus quejas; unas reclamaciones que, por otra parte, se llevan repitiendo desde comienzo de temporada. De hecho, mientras su compañero se centró más en probar diferentes combinaciones basadas en la carrera del día anterior, él estuvo probando nuevas configuraciones en su moto. Parece que, una vez más, Yamaha tiene claro por quién apuesta.