Radiografía de Marc Márquez en 4 carreras para explicar su título

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El último título de MotoGP de Marc Márquez es el resultado de una nueva forma de afrontar el campeonato que se explica perfectamente en base a cuatro carreras (Montmeló, Sachsenring, Aragón y Motegi) y dos entrenamientos (Brno y Aragón).

Estos son, según él mismo y su equipo, los momentos clave de la temporada; días que permiten perfilar cuáles son las nuevas hechuras del español en esta nueva versión mejorada que se ha convertido en infalible: Márquez acumula más victorias (cinco) y podios (11) que nadie, y además es el único integrante de la parrilla que ha puntuado en cada una de las paradas del calendario. Y no solo de MotoGP, sino de las tres categorías.

Márquez y Rossi conversan en el podio tras el GP de Catalunya en Barcelona

Photo by: Gold and Goose Photography

Montmeló:

“Catalunya es importante porque refleja el cambio de mentalidad”, comenta Hernández al referirse a la segunda plaza que su corredor se llevó de su carrera de casa. “Dejar que Valentino ganara no fue fácil, pero era lo que había que hacer. Lo intentó y vio que el riesgo era demasiado alto en esas circunstancias”, añade el técnico, que durante muchas carreras no dejó de insistirle a su piloto que lo más importante era no caerse en carrera. “He arriesgado los viernes y los sábados, buscando los límites, pero no los domingos”, argumenta Márquez.

El GP de Alemania fue caótico, con pista en condiciones mixtas, pero Márquez acertó la estrategia

Photo by: Toni Börner

Sachsenring:

“La valentía que demostró allí demuestra qué tipo de persona es. No era nada fácil entrar en el box en ese momento”, explica Hernández de aquel caótico Gran Premio de Alemania que arrancó con un asfalto empapado que se fue secando a medida que fueron pasando las vueltas. Márquez, que acababa de sufrir una salida de pista, rodaba embotellado entre el tráfico, a más de 10 segundos de la cabeza, cuando decidió dejar la primera moto y subirse a la segunda, calzada con gomas de lisas. “Fue arriesgado pero salió bien, en cualquier caso estaba en condiciones de jugármela”, cuenta el corredor.

La victoria en Aragón sobre los dos pilotos de Yamaha fue el aviso definitivo de que Márquez iba a ser campeón

Photo by: Gold and Goose Photography

Aragón:

“Alcañiz fue capital. Los demás venían recortándole puntos, y al volver a ganar les vino a decir que si querían discutirle el título, a partir de entonces tenían que arriesgar”, argumenta el técnico barcelonés. Toda la paciencia que el #93 tuvo en las carreras que a priori no le eran favorables cobró sentido en Motorland, cuando por primera vez sintió que la Honda estaba suficientemente a punto como para volver a arriesgar y lanzarse a por la victoria sin tantas reservas. “Gané en Alemania (julio) y fue pasando el tiempo y no volvía a hacerlo. Me fui poniendo nervioso, pero Santi y Emilio [Alzamora, su agente] me decían que me calmara, que Aragón iba a llegar”, recuerda Márquez. “El momento de sentirme fuerte llegó”, remacha.

Marc Márquez habla con su ingeniero de pista, Santi Hernández, durante el test de Brno, en agosto

Photo by: Repsol Media

Los test de Brno y Aragón:

“La moto que nos encontramos en pretemporada y de la que dispusimos en las primeras carreras mejoró mucho a partir de mitad de curso”, afirma Hernández, que ha acompañado al catalán desde que este subió a Moto2 en 2011, como campeón de 125cc. El test realizado en Brno después del Gran Premio de la República Checa supuso un significativo paso adelante porque se consiguió mitigar de forma considerable los problemas de aceleración. En aquellas pruebas, inicialmente estaba previsto el estreno del prototipo de 2017, pero Honda decidió centrarse en el del año en curso, para tratar de afilarlo de cara al segundo tramo del calendario. “Allí mejoramos mucho, tanto a nivel de electrónica como con los alerones, y lo terminamos de confirmar después de Aragón”, relata Márquez.

En Japón Márquez impuso un ritmo tan alto que acabó con Rossi y Lorenzo por los suelos

Photo by: Gold and Goose Photography

Motegi:

“No fue nada fácil ganar, pero Marc sabía que estaba fuerte y decidió apretar para forzar. Así llegó la caída de Valentino”, reconoce Hernández, el líder de un equipo que más que eso es un grupo de colegas. La victoria que coronó al español tricampeón en categoría reina es la que permite calibrar la mejora experimentada por su moto, que teóricamente debía sufrir en una pista donde las frenadas y las aceleraciones son capitales. Ya desde el viernes, el leridano se encontró muy a gusto en un circuito en el que nunca había conseguido ganar en MotoGP. La exhibición de fuerza del domingo es la prueba más evidente de que la Honda ha sabido encontrar la salida de un túnel que hace seis meses casi parecía no tenerla.

Vía MotorSport

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