La carrera de Moto2 ha comenzado con la caída de Takaaki Nakagami en la primera curva del circuito argentino, siendo una premonición de lo que el resto de la prueba iba a ofrecer. La agresividad de los pilotos ha sido máximo y, curva tras curva, hemos visto como el asfalta argentino les trataba sin piedad.
Miguel Oliveira, que salía desde la pole haciendo historia para KTM, perdía el liderato nada más empezar, cediendo el testigo a los dos pilotos del Estrella Galicia 0,0 Marc VDS, Franco Morbidelli y Álex Márquez. Tras ellos marchaban Thomas Lüthi y Mattia Pasini precediendo a Oliveira, que veía como en menos de una vuelta era superado por varios pilotos.
Tras las caídas de Áxel Pons y Fabio Quartararo, veíamos como Pasini se iba también al suelo mientras Lorenzo Baldassarri y Sandro Cortese se acercaban a los pilotos de cabeza. Pero delante Morbidelli y Márquez continuaban escapándose, creando la sensación de que esta carrera de MotoGP en el Gran Premio de Argentina iba a ser un duelo italo-español.
Pero el italiano abría hueco de forma paulatina sobre su compañero de equipo: Morbidelli quería ganar, al igual que ya hiciera durante el primer Gran Premio del año en Qatar. Tras él, Márquez no respiraba tranquilo, pues vuelta a vuelta Oliveira iba dispuesto a recortar distancias y conseguir el segundo cajón del podium.
A falta de cinco vueltas las cosas cambiaban: Márquez llegaba a Morbidelli y comenzaba un duelo entre los dos compañeros de equipo por el primer puesto. Tras ellos Oliveira lo intentaba, pero no conseguía acercarse a los dos primeros. En la última vuelta, Márquez se iba al suelo intentando cazar al italiano, sirviendo en bandeja la victoria a su compañero de equipo -que repite tras la de Qatar-, el segundo puesto a Oliveira y dejando a un sorprendido Lüthi en el tercer cajón del podium.
Baldassarri entraba cuarto, con Xavi Vierge quinto, Simone Corsi sexto y Pecco Bagnaia séptimo. Sandro Cortese cruzaba la meta en octava posición, seguido de Brad Binder y Hafizh Syahrin completando el top ten.