El Polo TSI 1.2 no ha cambiado mucho, sin embargo sigue como uno de los mejores productos de Volkswagen. Es un coche que tiene todo lo que se esperaría un auto subcompacto: eficiencia, potencia, desempeño, calidad, manejo y seguridad, los principales ingredientes que alguna vez le hicieron acreedor al premio del Auto del Año y que aún lo posicionan como una excelente opción en el segmento.
En lo personal, es un coche que me sigue emocionando, a pesar de que ya hace un rato que no recibe una actualización radical, pero conserva esa calidad de manejo que ha conquistado a propios y extraños de la marca.
El secreto del atractivo del Polo TSI está en su motor 1.2 litros turbo, la transmisión DSG de siete velocidades y las suspensiones, además de la dirección. Conjuntamente logran un óptimo desempeño para regalar viajes llenos de comodidad, dinamismo, diversión y seguridad.
El empuje del propulsor 1.2 turbo es envidiable y deja de lado la respuesta que ofrecen unidades con un corazón 1.6 litros, donde la respuesta del TSI es igual o mejor. Esto combinado con la casi imperceptible rotación de velocidades de la caja de doble embrague que sigue siendo una delicia al hacer los cambios con naturalidad, rápidos precisos y con mucha suavidad.
Esta terna tiene la capacidad de ofrecer una conducción confortable y a la vez ágil y muy divertida, más si se hace uso del modo Sport donde se aumentan las revoluciones del motor para obtener un embate mayor donde se logran velocidades altas rápidamente.
A pesar de no ser un coche deportivo, se comporta muy similar, hace los rebases muy rápido y en el desempeño supera los 180km/h con facilidad.
En todo momento se mantiene el control de auto, incluso cuando se pasa a lado de una unidad pesada, la aerodinámica está bien trabajada lo que en conjunto con las suspensiones otorgan una excelente estabilidad en carretera, que además se apoyan de los sistemas como el control de tracción, control electrónico de estabilidad, ABS entre otros, para hacer de la conducción segura y confiable que se percibe en cada curva, recta o frenado de emergencia.
La eficiencia es otro punto fuerte, el bajo consumo de combustible se mantiene en cifras de entre 15 y 16 km/l combinado.
En cuanto al diseño no ha cambiado mucho, por fuera conserva el estilo moderno, juvenil y un toque de elegancia mientras que al interior está presente la armonía entre materiales de calidad una imagen fresca, un buen espacio para salir con los amigos o hacerlas compras y un buen nivel de equipamiento compuesto por central de cerraduras, control remoto, elevadores de cristales eléctricos, medallón con desempañante, aire acondicionado, computadora de viaje sistema de audio con conexión Bluetooth, entre otros elementos que hacen del habitáculo un lugar confortable.
Este ejemplar tiene rivales de la talla del Peugeot 208, Suzuki Swift, Nissan Tiida, Ford Fiesta, entre otros, con los entabla una encarnizada lucha en el segmento.