En el próximo Salón de Nueva York 2018 se dará a conocer la nueva generación del Toyota Corolla, específicamente la versión hatchback.
El nuevo Corolla hatchback es la adaptación, con leves cambios, de la nueva generación del Auris que fue precisamente presentada este mismo mes en el Salón del Automóvil de Ginebra. A simple vista es muy difícil distinguirlos, pero el Corolla hatchback y el Auris se diferencian en unos pocos detalles, como es el caso de los faros.
La cabina, es totalmente nueva. Su diseño minimalista y horizontal busca incrementar la sensación de espacio interior, a la vez que facilitar la manipulación de los controles. Hay mucho protagonismo para la pantalla táctil de 8 pulgadas tipo tablet que incluyen de serie todas las versiones.
El sistema de infoentretenimiento incluye Entune 3.0 con Apple CarPlay y Amazon Alexa Connectivity, así como reconocimiento dinámico de voz, navegación, búsqueda de puntos de interés y asistente de conexión con el destino. Se puede pedir con sistema de sonido JBL de ocho bocinas con 800 watts de potencia.
En cuanto al motor, por ahora sólo se habla de la introducción de un bloque atmosférico de 2.0 litros, cuya potencia no ha sido especificada, pero Toyota menciona que pese al incremento de cilindrada, este motor es visiblemente más pequeño que el de 1.8 litros que reemplaza. Se podrá pedir con transmisión manual de seis velocidades o automática CVT.
Según versiones, el equipamiento puede incluir un cuadro de instrumentos con pantalla TFT de 7 pulgadas, climatizador automático bizona, tapicería en piel, asientos delanteros calefactables y de ajuste eléctrico para el conductor, así como toda una lista de asistencias de manejo: alerta de abandono involuntario de carril, alerta de colisión frontal con frenado automático de emergencia, detección de peatones y monitoreo de punto ciego.
Al igual que los últimos lanzamientos de la marca, el Toyota Corolla Hatchback ya utiliza la nueva plataforma TNGA. Se habla de una puesta a punto deportiva para la suspensión. Al frente lleva un eje MacPherson de geometría meticulosamente revisada, mientras que la parte trasera goza de un eje independiente multibrazo con barra estabilizadora. En ambos casos se actualizó la operación de los amortiguadores, se redujo un 40% la fricción y el centro de gravedad baja 20 mm.
Otra mejora sustancial para esta nueva generación es el incremento en la rigidez estructural, un 60% mayor que el modelo que reemplaza, gracias al uso extensivo de aluminio y acero de alta y ultra alta resistencia. Algunas piezas están fabricadas en Polímero Super Olefina de Toyota y Acrilonitrilo Butadieno Estireno para reducir peso y propiciar un mejor rendimiento de combustible.