El nuevo Suzuki Vitara es un SUV que fiel a su herencia no se olvida del todoterreno, aunque su aspecto sea muy citadino.
Este modelo no es una nueva versión del Grand Vitara, sino que viene a sustituir al Suzuki Sidekick, un modelo ampliamente conocido en nuestro país.
A primera vista engaña, parece tener poca altura para rendir bien en terrenos irregulares off road, pero por suerte nos equivocamos.
Tuvimos la oportunidad de probar el Suzuki Vitara con sistema de 4×4 All Grip en la pista de pruebas de Distrito Automotriz. Piedras, huecos, montículos, fosas con agua, un ascenso y descenso, conforman el recorrido en el circuito.
El sistema de tracción integral All Grip cuenta con cuatro modos de conducción (Sport, Auto, Nieve -Barro para nuestros intereses- o Bloqueado), pero además en esa versión está disponible el control de descenso y el asistente en cuesta, que permite soltar el freno en el ascenso y el auto se sostiene tres segundos, tiempo suficiente para oprimir el acelerador y avanzar. Este asistente también funciona en reversa.
En el recorrido todo estuvo en su lugar, ausencia total de ruidos en la carrocería o el interior, tampoco golpes debajo del auto ni en los bumpers. Los ángulos de entrada, ventral y de salida son buenos.
Disponible con un único motor de cuatro cilindros, 1600 cc VVT de 118 caballos de fuerza, con transmisión manual de cinco velocidades o automática de seis velocidades, tracción 4×2 y 4×4 All Grip, el Vitara se comercializa en las versiones GL, GL Plus y GLX, con un precio a partir de los $24.900.
El cliente tiene la posibilidad de “personalizar” su modelo, seleccionando las combinaciones bi-tono, a su gusto, en las versiones GL Plus y GLX.
Un punto destacado del modelo es que cuenta con cinco estrellas de seguridad. Según su versión, incorpora de dos a seis airbags, sensores de estacionamiento de reversa y delanteros, halógenos, barra LED, cinturones delanteros que se pueden regular según la altura, entre otros elementos.
