La octava generación lleva en el mercado desde 2008, pero la marca nipona se resiste a lanzar su sucesor
Con el Evo en extinción y los rumores de su posible sustitución por un SUV los seguidores del Mitsubishi Lancer no están muy felices.
La marca anunció una nueva gran actualización para el sedán, la segunda en la vida de la presente generación que ya lleva en el mercado ocho años. ¿Tiempo de presentar su sucesor? Seguramente, pero por el momento no parece que haya intención.
En su lugar el Lancer recibe una puesta al día estética, sobre todo en la parte delantera, también remoza el habitáculo y, además, estrena una nueva caja de cambios CVT.
El frontal estrena paragolpes, parrilla cromada y luces diurnas con forma de ‘V’, además el modelo calza llantas de 16 y 18 pulgadas con diseños nuevos, y la carrocería está disponible en los colores ‘Alloy Silver’ y ‘Diamond White Pearl’.
El interior cuenta ahora con un nuevo dash que está presidido por una pantalla de 6,1 pulgadas, que centraliza las funciones del sistema multimedia, con conexión USB y Bluetooth, cámara de visión trasera (según acabado) y un sistema de audio con altavoces de 140 vatios.