Todo lo que necesitas para pintar tu auto con vinil líquido

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La pintura de autos no es sencilla y para conseguir un buen trabajo se necesitan muchos conocimientos y práctica, no basta con ver unos cuantos vídeos en youtube y ponerse manos a la obra. Puedes hacerlo, pero el resultado seguro que es mejorable o muy mejorable.

Un auto mal pintado no resulta atractivo y corregir el desaguisado cuesta muy caro. Pero si quieres darte un capricho sin gastar mucho y te apetece hacerlo a ti tienes la opción del vinil líquido. No es permanente (aunque sí es resistente y puede llegar a un año de duración si tienes ciertos cuidados), pero sí que es relativamente sencillo de aplicar y, si no te gusta el resultado, puedes quitarlo sin dañar la pintura original.

Lo primero y fundamental antes de lanzarse a pintar es documentarse para entender las cualidades de este material, valorar si es lo que buscamos, estar seguros de que somos capaces de hacerlo y de que el resultado se amolda a lo que deseamos. En caso de duda es mejor no perder el tiempo y el dinero.

Es importante reseñar que con vinil líquido podemos optar por dos acabados, mate y brillo. El más recomendable es el primero porque es más sencillo conseguir un buen acabado y la textura del producto es más acorde. Para darle brillo al vinil líquido se aplica sobre éste una capa de laca, lo que dificulta y encarece la operación, por eso los autos pintados con vinil líquido suelen dejarse en acabado mate.

Manos a la obra

Tenemos las cosas claras y nos apetece dedicar unas cuantas horas a dar una nueva imagen a nuestro auto. Lo primero es comprar el vinil líquido en la cantidad apropiada y para ello lo mejor es pedir consejo en la tienda donde lo vayas a comprar o, una vez más, documentarte si vas a realizar la compra por internet.

Depende del tamaño del auto, pero lo normal es utilizar unos cuatro kilos para autos pequeños y hasta ocho para autos grandes. Como dice el refrán “más vale que sobre que no que falte”, así podremos dar una capa más si es necesario, hacer retoques o, si posteriormente se araña o deteriora alguna parte, podremos repararlo.

La pintura se puede aplicar con pistola o se puede comprar en spray. La segunda opción es más cómoda, pero resulta recomendable sólo para pintar partes pequeñas porque es más caro y el acabado suele ser peor que con pistola. Por cierto, no tiene por qué ser una pistola de profesional, vale con esas de plástico que venden para pintar las paredes de casa.

Importante limpiar bien

Una correcta limpieza es la base para empezar bien nuestra aventura. Para ello tendremos que lavar el auto a conciencia, no vale un manguerazo rápido, esta vez te tienes que esmerar y limpiar hasta por los recovecos.

Ya está la carrocería limpia a rabiar, pero puedes mejorar el resultado y la duración de esa pintura gomosa que vas a aplicar. Un buen descontaminado de la pintura dejará una superficie más lisa sobre la que aplicar el vinil y sin agentes parásitos que provoquen un posterior descascarillado.

Descontaminando la pintura

¿Cómo se descontamina? Lo vimos cuando hablamos del detailing, pero a grandes rasgos te diré que básicamente se trata de aplicar spray lubricante y pasar una barrita descontaminadora por la carrocería hasta que ésta deslice con facilidad. La peor parte se la suelen llevar las superficies horizontales, así que no te asustes que no se tarda tanto como parece. Tras descontaminar se elimina el lubricante con una toalla de microfibra y, para eliminar cualquier resto y garantizar un buen agarre de la pintura, se aplica un desengrasante.

A pintar se ha dicho

Importante, no realizar el trabajo al aire libre por varios motivos, el primero que el viento no nos dejará tirar la pintura correctamente y atraerá polvo y suciedad hacia nuestra carrocería perfectamente estéril. Pero es que además los rayos solares pueden romper las moléculas del producto y arruinar nuestro trabajo.

Debemos empapelar las partes que no queremos pintar, pero otra de las ventajas de esta pintura es que se quita con la mano, se ‘pela’, así que no es necesario ser muy exquisito empapelando, aunque si eres meticuloso te ahorrarás trabajo de limpieza posterior.

Comenzamos con la aplicación de la pintura y, como con la pintura normal, debemos realizar pasadas largas y a ritmo constante para que la capa sea uniforme. Es importante que esta capa sea muy fina, porque va a ser la que haga las funciones de imprimación y la que dará el agarre a la pintura. Si cargamos mucho esta capa el resultado no será uniforme y tendrá menos resistencia.

Se deben aplicar entre seis y ocho capas, que parecen muchas pero lo bueno de este producto es que sólo hay que esperar unos minutos entre capa y capa. En cualquier caso no es un trabajo que se haga en un rato y hay que echarle horas, no valen las prisas. Es mejor aplicar más capas que sean más finas que acelerarnos y aplicar menos capas con más cantidad de pintura. Todo sea por el resultado final.

El acabado

Tras aplicar las diferentes capas hemos terminado de pintar y, si hemos optado por el acabado mate, sólo hay que dejar secar. Si por el contrario queremos brillo tendremos que esperar unas horas para aplicar la laca y entonces habremos terminado. Tras el secado toca quitar el empapelado y pelar las partes que hayamos pintado sin querer (o queriendo por ahorrarnos empapelar).

Cuando la pintura ya tiene más de 12 horas de secado podemos lavar el auto (aunque no será necesario y yo no me arriesgaría). El vinil líquido se puede lavar con agua y también con mangueras a presión, pero ojo porque si acercamos mucho la punta de la manguera a la carrocería podemos levantar la pintura.

El vinil líquido se lleva mal con el frotamiento, así que mejor no sentarse en la aleta y dejarse deslizar por ella. También se lleva mal con los excrementos de pájaro, la saliva y la gasolina, como la pintura normal pero mucho peor.

Está claro que es más delicada, pero también mucho más barata y de quita y pon, así que es una gran solución para los que les gusta cambiar con frecuencia. ¿Es tu caso?

Vía MotorPasión

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