El sustituto del ix35 aumenta en tamaño y presenta nuevo equipamiento y motores, para rivalizar con modelos como el Ford Kuga, el Volkswagen Tiguan o el Toyota Rav4.
Acudimos a Frankfurt para conducir el nuevo SUV de Hyundai, mercado en el que la marca mantiene grandes aspiraciones en Europa, gracias a una gama bastante completa. Y es que, en total, desde que en 2011 lanzara el primer Santa Fe, Hyundai ha vendido más de un millón de SUV en nuestro continente. Precisamente uno de los más populares, el ix35, será el primero en cambiar de nombre, dejando su lugar a este nuevo Hyundai Tucson que es más grande que su antecesor y presenta un equipamiento mucho más completo y tecnológico.
Concretamente mide 4,48 metros de largo por 1,85 de ancho, así que hablamos sólo de siete y tres milímetros más respectivamente. En cambio, la altura se mantiene prácticamente igual, 1,66 metros. Suficiente para ofrecer un interior más amplio y ergonómico según pudimos comprobar en la presentación dinámica por los alrededores de Frankfurt. En cuanto al maletero, tiene 513 litros de capacidad ampliables hasta los 1.503 si abatimos los respaldos de los asientos traseros.
En el plano mecánico, nos encontraremos con una gama compuesta por dos motores de gasolina y tres diesel. Los primeros son los 1.6 GDI de 135 caballos y 1.6 T-GDI de 176, mientras que los segundos son los 1.7 CRDI de 115 y 136 caballos y el 2.0 CRDI de 184 hp. Además, al menos el más potente de estos motores podrá ir asociado al nuevo cambio de doble embrague y siete marchasque ha desarrollado la marca y que se denomina 7DCT y que no tuvimos la ocasión de probar en este primer test con el nuevo Tucson.
En cuanto al comportamiento se aprecia una mejora en la insonorización con respecto al ix35 y un mejor aplomo gracias a la utilización de una nueva plataforma
Por el contrario si pudimos conducir el 2.0 CRDI de 184 caballos adosado a un cambio manual de seis velocidades. Es un motor que destaca sobre todo por su elasticidad y además unido al cambio manual ofrece un rango de utilización muy aprovechable. En cuanto al comportamiento propiamente dicho si se aprecia una mejora en la insonorización con respecto al ix35 y un mejor aplomo gracias a la utilización de una nueva plataforma, que permite también un sensible incremento de la batalla hasta los 2,67 metros. Asimismo la puesta a punto de las suspensiones es más enérgica y evita que se produzcan molestos balanceos en la carrocería. Tan sólo se echa en falta un poco más de ‘feeling’ en el tacto de la dirección que no transmite mucho en conducción por carretera aunque lógicamente en ciudad este tacto hace que resulte muy agradable.
En el interior el diseño es más moderno y se aprecia una mejor ergonomía ya que todos los mandos están bien situados con una pantalla central que ofrece una visión clara y un navegador que resulta bastante preciso en las indicaciones. Nuestra versión de pruebas incluía además asientos conregulación eléctrica e incluso con calefacción y ventilación.
Como ya es habitual en el segmento de los SUV contamos con versiones con tracción delantera o total. En el caso del Tucson las variantes con tracción total están disponibles para las motorizaciones de más potencia tanto en gasolina como diesel. Además contamos con un sistema de bloqueo de la tracción al 50% entre ambos ejes, siempre que circulemos a menos de 40 kilómetros/hora, característica muy útil para una conducción off road. También contamos con una tecla de control de descenso que permite acometer pendientes pronunciadas sin tener que estar pendientes del pedal de freno y centrándonos solo en mantener con el volante la trayectoria elegida. En definitiva, unas aptitudes todo terreno bastante conseguidas dado al público al que se dirige este tipo de vehículos, en su mayoría poco proclive a practicar una conducción off road muy radical.