Hace aproximadamente un mes General Motors mostró un misterioso teaser del vehículo que estaba desarrollando para la milicia estadounidense. Hoy presentó por fin la Chevrolet Colorado ZH2, que es un verdadero laboratorio rodante tanto para la armada como para el fabricante americano, no solo por su propulsor basado en celdas de combustible, sino por las novedosas soluciones implementadas en todo el vehículo.
Comenzando por el tren motriz, que consta de un motor eléctrico alimentado por celdas de combustible de hidrógeno. La armada optó por esta opción para estudiar la viabilidad de su aplicación en vehículos de combate por varias razones, entre ellas su operación silenciosa, la inmediata disponibilidad de torque y el hecho de que un reactor de hidrógeno produce un rastro termodinámico casi imperceptible. Las cifras de potencia y torque no fueron dadas a conocer.
Además, General Motors y el Centro de Investigación, Desarrollo e Ingeniería de Tanques (TARDEC por sus siglas en inglés) de la Armada de los Estados Unidos, que llevaron en conjunto el proyecto, implementaron un sistema capaz de recoger la única emisión del generador de hidrógeno, el agua, lo que podría resultar crucial en situaciones desesperadas. Además, La ZH2 cuenta con una batería portable recargable desde la misma celda de hidrógeno, para proveer energía a aparatos que estén lejos del vehículo.
Respecto a la camioneta en sí, está basada en un chasis de Colorado que ha sido extremadamente modificado, con suspensiones cuyas especificaciones también fueron mantenidas en secreto. La carrocería es básicamente nueva en su totalidad y tiene un look realmente imponente, aunque tampoco se dieron detalles de sus especificaciones –materiales, si está blindada, etc-. En la cabina los cambios son mucho menos dramáticos, pues fuera de asientos Recaro deportivos con arneses de seguridad, todo es igual a una Colorado de producción; incluso se conserva el sistema de infotenimiento MyLink.
General Motors tendrá la ZH2 a prueba hasta principios del año entrante, cuando entregará el vehículo a la milicia para que ellos comiencen sus pruebas “en condiciones extremas”. De lo que Chevrolet aprenda y desarrolle en el periodo en que tendrá en su poder este vehículo, podrían derivarse soluciones que en un futuro no muy lejano lleguen a los coches de producción. Tal vez no veremos una Colorado propulsada por hidrógeno, pero ¿qué tal el tren motriz o suspensión, en una versión que compita con la Ford Raptor?