Tras encontrar varios fallos mecánicos en su nuevo BMW M3 descubre que este había sido empleado a fondo en Top Gear.
Tras encontrar varios fallos mecánicos en su nuevo BMW M3 descubre que este había sido empleado a fondo en Top Gear.
La influencia del ínclito Jeremy Clarkson parece no tener límites, hasta el punto que pocas cosas relacionadas con el presentador no terminan teniendo algún tipo de repercusión y efecto mediático, sobre todo si tiene alguna connotación negativa, como este curioso caso, en el que el propietario de un flamante BMW M3 encontró el origen de todos los problemas de su nueva compra precisamente en el showman británico, ya que había sido el, al parecer, el verdadero responsable de los problemas mecánicos de su deportiva berlina.
El suceso tuvo lugar en Reino Unido, cuando un tal Rob Willis, días después de comprar un BMW M3 de segunda mano, empezó a notar problemas en su auto. De vuelta al concesionario donde se lo habían vendido, no fue posible encontrar el origen de los problemas. Problemas localizados en la dirección y sistema de frenada.
Hasta que días después y casualmente, el dueño del M3 descubrió como su nuevo BMW había sido protagonista de una de las pruebas del programa británico, en el que Jeremy Clarkson lo exprimía a fondo en el circuito donde realizan todas las pruebas del show televisivo.
Sorpresa
El hallazgo casual pudo ser corroborado por la identificación de las placas de matrícula del modelo, lo que evidenció que su ejemplar había sido la unidad cedida para realizar el programa, en el que Jeremy Clarkson no se cortaba en exprimir en cada curva y recta del aeródromo de Dunsfold, para regocijo de los espectadores.
De hecho, a pesar de que Clarkson es terroríficamente crítico con cualquier vehículo que prueba, del M3 solo tuvo palabras positivas, llegando incluso a definirlo como un modelo que deberíamos comprar si se disponía de la cantidad adecuada de dinero, aunque probablemente se olvidó de apostillar que cualquier otro ejemplar salvo ese ejemplar concreto, habida cuenta del maltrato recibido por la unidad, como se puede ver en el vídeo adjunto.
Una vez localizado el génesis del problema, parece que el concesionario pudo ser capaz de resolver los fallos mecánicos del BMW, y actualmente su propietario parece disfrutar con el M3 protagonista de un capítulo de Top Gear y ahora internacionalmente conocido como el BMW M3 que arruinó Jeremy Clarkson en circuito.
Vía MotoryRacing