A imagen y semejanza del Continental de competición nace este GT3-R que se convertirá en una de las piezas más radicales de la historia de la marca
Bentley está inmersa en la aventura de la competición con el Continental GT3 que participa en el campeonato Blancpain Endurance Series (y que ya ha conseguido una victoria en Silverstone). Ahora, una versión de calle de ese espectacular modelo, que se denominará Continental GT3-R, verá la luz en una exclusiva y radical serie de 300 unidades.
Bajo el capó esconderá una versión potenciada del propulsor V8 biturbo de cuatro litros del Continental GT S con la potencia incrementada hasta los 560 caballos. Irá asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades con relaciones cortas y a un sistema de tracción total con reparto vectorial de par entre las ruedas traseras, una novedad en la marca británica. Un equipo de frenos de carbono/carburo de silicio, las llantas forjadas de 21 pulgadas y el escape de titanio son otros de los elementos exclusivos que equipará este Bentley tan especial.
Las prestaciones son impresionantes porque firmar una aceleración de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos es una cifra destacadísima para un automóvil de 2.200 kilos de peso. Eso sí, manteniendo en cierto modo su identidad dual de deportividad y confort, para lo cual la calibración de los modos Drive y Sport que regulan la dirección, la respuesta del motor, la suspensión neumática y los sistemas electrónicos se han separado de modo que respondan mejor a cada intención del conductor.
Algo que se aprecia también en el diseño. Y es que la imagen externa del GT3-R es absolutamente radical, con un frontal en el que destaca un capó con tomas de aire superiores y un labio inferior de fibra de carbono brillante y una zaga en la que domina el espectacular alerón trasero fijo que la corona.
Sin embargo, en el interior predomina el característico ambiente de lujo de los interiores de Bentley con la piel y la alcantara acolchada con forma de rombo como materiales elegidos para los tapizados que combinan con la fibra de carbono y el aluminio de los elementos decorativos interiores. Eso sí, los tonos verdes para la instrumentación y la iluminación de ambiente (el color que identifica la actividad de competición de Bentley) y la configuración de biplaza del habitáculo delatan su orientación racing.
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