Algunos de los trabajadores de Tesla aseguran que están recibiendo amenazas y presiones para volver al trabajo antes de tiempo. Estados Unidos es el país del mundo en el que más infectados y muertos hay por el Covid-19, sin embargo, como ya informamos, Elon Musk quiere que sus empleados vuelvan a producir.
La NBC cuenta la historia de la empleada Jessica Naro, a la que pidieron que volviera a la planta de California en la que trabajaba. Lo primero que se le pasó por la cabeza cuando recibió esta demanda fue que no es seguro.
Inmediatamente se comenzó a preocupar por su salud, sobre todo por el riesgo de pasarle la enfermedad a su hijo de seis años, aunque el hecho de ser la única persona que ingresaba dinero para su familia también pesaba.
Su preocupación era mayor porque en marzo había estado dos semanas ingresada en un hospital en condiciones que la hacían más vulnerable y proclive a tener complicaciones si contraía el covid-19. “Fue muy duro. No quiero volver a pasar por eso”, asegura.
Naro es una de las cinco trabajadoras que compartió sus preocupaciones sobre la reapertura que quiere hacer Tesla de sus fábricas a pesar de la orden de salud que existe en California desde marzo para evitar la propagación del covid-19.
La posición de Elon Musk es de lo más polémica porque ha denunciado a los oficiales locales y ha amenzado con mover la sede de Tesla y la planta de ensamblaje fuera del estado. Además, tuitea de forma regular con escepticismo sobre la legalidad del confinamiento y se ha mostrado en contra de cerrar negocios con la frase “América, libre ahora”. Incluso ha recibido el apoyo del presidente Donald Trump.